Los mayores de 70 años sienten el compromiso moral de acudir a votar
Mucha gente mayor de 70 años, que no tiene la obligación de votar, siente el compromiso moral de hacerlo y ejercer su derecho ciudadano con la expectativa de contribuir con aquellos candidatos con los que se sienten identificados y representados.
El Código Electoral Nacional precisa que la gente mayor de 70 años está exenta de la obligación de votar, aunque no perdió su derecho y puede hacerlo, como sucede en cada elección.
En este marco, el padrón electoral incluye a todas las personas mayores de 70 hasta 100 años y más, por lo que del total de electores, 27.789.273, un 9% aproximadamente corresponde a esa franja de edad.
Según el último Censo Nacional de Población, que data del 2001, el total de personas mayores de 70 años es de 2.477.832, de las cuales poco más de 1.500.000 son mujeres y alrededor de 950.000 son hombres.
“La verdad es que voy a votar porque me gusta la política, siempre me gustó, leo mucho sobre la realidad del país y sobre las finanzas”, dijo a Télam Carola Pire, una mujer de 90 años que vive en la ciudad de Buenos Aires y que no deja de sufragar cada vez que se hay elecciones.
“Cuando era chica mi papá nos llevaba, a mi hermana y a mí, a reuniones políticas”, relató Pire, que votó por primera vez en noviembre de 1951 cuando las mujeres fueron incorporadas en los padrones electorales.
En su convicción de sufragar como lo hizo “siempre”, esta mujer, nieta de italianos y una ardua trabajadora que se desempeñó en la administración de escuelas de danzas y teatro hasta los 86 años, afirmó: “Mientras pueda caminar, voy a ir a votar”.
Por su parte, María Besalú, de 86 años, que vive en el partido bonaerense de Quilmes, una maestra y profesora que, además, desde hace muchos años es actriz, aclaró que “siempre” va a votar.
“Me interesa la situación del país, creo que con mi voto puedo contribuir para que las cosas mejoren, de acuerdo con mi visión”, expresó Besalú quien también votó en 1951 por primera vez y cuya “mayor preocupación es la educación”.
Para Aníbal Gordillo, de 85 años, también de Quilmes, escritor, pintor y doctor en Química, votar “es una obligación moral. No podría no ir”, aseguró.
“Tenemos que votar porque hay que eligir la gente que nos va a representar; yo formo parte del pueblo y también soy responsable de los gobernantes que tenemos, ¿entonces, cómo no voy a votar, aunque sea mayor de 70 años?”, expresó. Gordillo manifestó su preocupación por “la educación, la seguridad, la salud, la vivienda y principalmente por la pobreza”.
“Siempre voté, salvo cuando hice el servicio militar, que en ese momento fueron las elecciones en las que ganó Juan Domingo Perón, en febrero de 1946, y que como soldado tuve que custodiar las urnas”. María Beatriz Romero tiene 100 años y también votará el domingo: “Mientras viva yo quiero participar”, dijo desde su casa en el barrio porteño de Caballito.
Recordó que en 1927 realizó su primera elección como ciudadana y que “en esa época había mucho fraude: recuerdo que la gente se acercaba a votar y le decían que ya lo había hecho, o peor, hacían votar a los muertos”.
En ese momento ella vivía en San Juan, la primera provincia en reconocer el derecho de voto a la mujer, aunque la ley fue derogada tras el golpe militar de Evaristo Uriburu de 1930. Para esta mujer, memoriosa y persistente en su costumbre de escribir sobre sus vivencias todos los días y que siente que votar es un derecho y un deber “es importante que la gente lo haga a conciencia, es una forma de comprometerse con el país”.
En tanto, Eliseo Dascanio, de 80 años que vive en la ciudad de La Plata, también emitirá su voto: “Siempre me gustó la política”, dice.
Este hombre, que trabajó 30 años en la administración de la capital bonaerense, defendió su “derecho como ciudadano” para sufragar y recordó que votó por primera vez en las elecciones de 1948. Elena y René Frid, dos hermanas de 77 y 81 respectivamente, van a votar el próximo domingo, una en Río Gallegos, donde vive hace 25 años, y la otra en la ciudad de Buenos Aires.
“Estoy bien mentalmente y puedo votar”, dijo Elena desde aquella ciudad austral, porque considera que es su “responsabilidad como ciudadana y es una obligación moral”.
“Siempre voté”, aclaró Elena, quien trabajó toda su vida, fue maquilladora en distintos canales de televisión y el domingo lo hará nuevamente, pese al pronóstico de nieve y vientos para la Patagonia.
En tanto René, que ejerció la docencia como profesora de Matemáticas, precisó que va a votar porque siente “que hay que cumplir con el deber moral” el día de la votación. “Nunca me perdí una elección”, afirmó. telam