Una creación periodística de Luis Pedro Toni

Julio Bocca reveló que si se concreta un proyecto con Baryshnikov volvería a bailar

“La carrera fue todo para mí, pero también yo lo di todo”, reconoce Julio Bocca cuando se le pregunta sobre su época de gran figura de la danza. “Sobre el escenario ya he hecho todo lo que tenía que hacer”. Abre, sin embargo, unos puntos suspensivos, y cuenta que hace unos días estuvo en Nueva York almorzando con Mikhail Baryshnikov. Se esbozó la posibilidad de hacer algo juntos. “Si fuera un proyecto de este estilo, sí me plantearía volver a bailar”
Ha hecho estas declaraciones en Madrid, donde presenta el espectáculo Noche de danza, como Director Artístico del Ballet Nacional de Uruguay. Este cuerpo de baile, que depende del Servicio oficial de Radiodifusión y Espectáculos (Sodre, Uruguay) es, con sus 75 años de vida, uno de los más antiguos de Hispanoamérica junto al Colón de Buenos Aires.Las galas se desarrollan en el marco de dos de los más importantes festivales culturales que se celebran en la Comunidad de Madrid durante los meses de verano. Comienzan en Segovia, después el Teatro Auditorio de San Lorenzo del Escorial, y luego en la capital como parte de la programación del festival Veranos de la Villa en el recién estrenado Teatro de Conde Duque. Este espectáculo rinde homenaje a los grandes coreógrafos latinoamericanos del siglo XX de gran influencia en todas las nuevas generaciones de creadores. El programa incluye dos obras del coreógrafo venezolano Vicente Nebrada, Adagietto de Oscar Araiz, y el estreno de Ana María Stekelman basada en los ritmos populares del Tango y Candombe.En definitiva, un programa que une en una sola noche dos siglos de producción coreográfica latinoamericana y que da una oportunidad única de lucimiento a la compañía nacional de danza en su primera gira internacional. Seguirán las presentaciones en otras ciudades españolas, para concluir en Verona y Nápoles, Italia.El artista argentino se declaró más que satisfecho con este Ballet que es nacional y a la vez tiene sponsors, lo que le permite contar con bailarines invitados. Como Director le preocupan no sólo el baile y la lírica, sino también la fase educativa de la escuela del Sodre; exige que los bailarines terminen el bachillerato y convoca a audiciones anuales para renovar el elenco. “Estoy feliz y con muchos proyectos. Quiero que el Sodre recupere la posición de privilegio que tenía e ir mucho más allá”, ha subrayado.Con sesenta miembros entre bailarines estables y contratados, el Ballet Nacional de Sodre ya se prepara para afrontar sus compromisos agendados hasta el año 2015. Su repertorio incorpora otros estilos además del clásico, incluso el estreno de un ballet con música de Jorge Drexler.Cuando en el año 2007 buscaba tranquilidad, encontró en Uruguay esa vida apacible pero rica en cultura, para desconectar y empezar una nueva etapa. “El público se da cuenta del proceso de crecimiento, es exigente y eso proporciona la misma satisfacción que cuando estaba sobre el escenario”, señala el artista. Le divierte la tarea de producción, buscar sponsors, resolver las necesidades de un estudio o un teatro. Él mismo ha logrado, con “sus histerias” que modificaran la platea del Teatro de Conde Duque de Madrid, para que el público pudiera tener una mejor visión.
Acostumbrado a trabajar desde los 8 años, siempre al lado de grandes maestros de la Danza, nuestro Julito no se ha planteado “qué quiere ser cuando sea grande”…prefiere el placer de seguir aprendiendo, día a día.
Desde Madrid, Marcela Silva Núñez

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