Con lujosa campera francesa Pedro Almodovar fue a la gala de su última película Los abrazos rotos, siempre al lado de su fetiche artístico Penélope Cruz, y no se perdió ninguna foto en la alfombra roja.A última hora de este martes la vista para la gente con smoking era la tercera pasada del film ya que la critica internacional la vio a las 8 de la manana y 3 de la tarde, donde no hubo aplausos efusivos y muchas caras extranas para esta nueva produccion guionada por el director manchego.Muy melosa la pelicula con todos los ingredientes de una telenovela, pero respondiendo a la vocacion cinematográfica del director, ya que es una película dentro de otra película, con un cieguito, una actriz y amante deseosa de triunfar sin códigos, y el humor a veces áscido que caracteriza a Pedro.Seguro no será lo mejor de Almodovar, pero si bien no podrá ganar la palma de oro tampoco, dentro del panorama de cine que se esta presentando en la competencia es una pelicula digna de Cannes, quizas de otros tiempos, y no la revolucionaria aprobación del delegado general Premaux de seleccionar una vista como la de Lans Von Trier, Anticristo, lo que evuidentemente cambia ,no se sabe si para bien, el rumbo de este clásico festival mundial.La doble labor de Mateo Blanco y Harry Caine,nombre de los personajes centrales de la película espanola, tras el accidente en la isla de Lanzarote ,cuyo gobierno ,entre otros, auspicia el film, impone un melodramático libreto seguramente de atracción para el público femenino que suele seguir a Pedro Almodovar, ahora trabajando para los norteamericanos que lo distribuyen por el mundo, junto a otro pilar de atracción que es la flexible ínterprete de barrio Penelope Cruz.