Una creación periodística de Luis Pedro Toni

Amy, ganadora de 5 grammy, considerada la artista más falopera del mundo, originó dolor en grandes figuras

Grandes figuras rindieron homenaje a Amy, en comunicados y mensajes emitidos a través de las cuentas de redes sociales Twitter y Facebook. Afuera de la casa de Winehouse, en el barrio londinense de Camden, ramos florales, velas y cartas eran el testimonio vivo de tanta tristeza por la muerte de la vocalista, ganadora de cinco premios Grammy y considera una de las artistas de mayor consumo de coca,morfina y otras yerbas del mundo, que debió cancelar una gira europea, debido a sus adicciones.

Niña cantora
Amy Jade Winehouse había nacido el 14 de septiembre de 1983 en Londres, la misma ciudad que el sábado la despidió con tanto dolor como sorpresa.

Siempre fue una chica especial. A los cinco años, el director de la escuela a la que asistía Amy llamó a su madre para decirle que era conveniente que la niña dejara la institución, porque lo único que hacía era cantar en clase las canciones de Sinatra que su padre le enseñaba cuando se veían, en días de visita. Sus notas no eran buenas. Sólo le importaba pasarla bien a su manera.

En 2006, tres años después de su debut con Frank (un homenaje a Sinatra), publica Back to Black y conquista América. El mismo año en que se convirtió en la artista británica que mayor cantidad de premios Grammy en la historia (la nominaron a seis y ganó cinco), fue también el de su descenso a lo más profundo de sus adicciones.El sábado, Back to Black volvió a ser número uno en los charts mundiales luego de que se conociera la muerte de la estrella. Tenía 27 años y hacía un tiempo que estaba alentando la carrera de quien ella consideraba que sería su sucesora: Dionne Bromfield, una adolescente a la que auspiciaba un futuro musical enorme, incluso más inmenso que el propio.

Amy se casó en mayo de 2007 con Blake Fiedler sin aviso, sin opciones. La fiesta costó 70 dólares: hubo hamburguesas y papas fritas en un local cerca de la playa de Miami. Pagaron dos noches de hotel. Blake no era el príncipe que soñaron papá y mamá, que se enteraron por teléfono. Ambos estaban enamorados, tatuados con el nombre del otro, a la vista de todos correspondiendo con todas las marcas de un amor destructivo. Dos años después se divorciaron.Prensa 21,Sapofrith y agencias.