¡Calentitas las panchas!
Luciana Salazar anda media rabiosa. Su debut como la cantante “Luli Pop” hizo hablar a muchos, pero no de la mejor manera. Incluso en algunos programas la imitaron de manera grotesca, con evidente “animus jocandi”, o sea ganas de joder o ánimo de juego, situación que los jueces no juzgan como delictiva. Y Luli estalló: empezó a mandar cartas documentos a varios comentaristas que como cantante la tomaron para el churrete.