Una creación periodística de Luis Pedro Toni

COLAPSO EN EL BARRIO DE NUÑEZ ANTE LA SENSACIONAL ACTUACION DE AC/DC

Nuevamente este viernes y el domingo por la noche vuelven a actuar al estadio de River AC/DC, grupo que en su primera presentación de esta semana llevaron más de 60 mil espectadores,superando las concurrencias de los últimos partidos de la selección nacional y clásicos de River vs.Boca, según un informe policial.Las calles adyacentes hasta unas 20 cuadros alrededor del estadio Liberti estaban desbordadas de automóviles el día del debut,además de colapsar todo los estacionamientos de la zona.Todo un acontecimiento que se repetirá esta noche y el domingo, ya que las entradas para el espectáculo rockero estan agotadas.
Es el efecto AC/DC. Para los que ya fueron poseídos en 1996, la segunda visita a nuestro país es la forma de renovar aquel contrato casi satánico; para los que no, es la oportunidad -quizás única- de sentir la experiencia herética en carne propia y, paradójicamente, sentir que este es el camino correcto, la posta, lo que se debe hacer. Sin exagerar (o quizá sí, un poco): plantar un árbol, tener un hijo, escribir algo y ver a AC/DC en vivo, algunos de lso concepto del periodismo fanático de la banda.

La experiencia trasciende las características del show. Necesita del show, del espectáculo, pero lo supera, lo eleva. Porque, más o menos, todos sabían lo que iba a ocurrir y en qué momento; pasaron más de 35 años y los movimientos de los miembros de la banda sobre el escenario son casi los mismos pero ahora más cargados de significado. El comienzo con la gigantesca locomotora respaldando “Rock ´N Roll Train” (y el reminder de que la excusa de su visita era el Black Ice Tour, DVD incluido), la musculosa y la boina eternas de Brian Johnson, la confirmación de que Angus Young es un oxímoron en sí mismo -más allá de su traje escolar, cómo puede ser tan pequeñito y a un tiempo tan poderoso-, los hitazos de Back in Black, la campana previa a “Hells Bells” (la dupla ganadora, junto a “Shoot to Thrill”), la enorme muñeca inflable para “Whole Lotta Rosie”, los 60 mil presentes entonando “Oh, eisidisi es un sentimiento.”, el increíble, abrasivo solo de Angus al final de “Let There Be Rock” elevándose sobre una plataforma, la inigualable y blusera “The Jack”, con el clásico striptease del violero. La enumeración podría ser eterna. Todos los elementos que componen a este infierno merecen ser destacados, cualquier tipo de selección sería insuficiente; por eso, de nuevo: hay que vivirlo.También dice la revista Rolling Stone.