COSQUIN TARDO UN CUARTO DE SIGLO PARA RECONOCER COMO FOLKLORE LA MUSICA CUARTETERA
Hace 24 años, Carlos “La Mona” Jiménez no pudo terminar su presentación en el Festival de Folklore de Cosquín debido a distintos problemas que se produjeron entre el público cuando sólo había interpretado dos canciones. Aquella noche de enero se vio frustrada por los disturbios que finalizaron con suspensión de aquella noche, algunos heridos y la proscripción del cuartetero. Jiménez, a los 61 años, sigue haciendo historia con su música y llevó por tercera vez el cuarteto al mayor escenario de raíz folclórica del país y se redimió de su frustrada actuación en 1988.
“Carlitos” se presentó en el escenario de Cosquín a las tres de la madrugada ante diez mil personas, en una plaza reforzada en sus medidas de seguridad, y con el prólogo musical de Los Cuatro de Córdoba, la formación que intentó, sin éxito, el retorno de Jiménez (en calidad de invitado) en 2000. Subió al escenario Atahualpa Yupanqui, vestido con un poncho, para dar comienzo a la quinta luna coscoína. En primera instancia, acompañó a Los Cuatro de Córdoba para entonar, a su modo, “Barrio Alberdi” y “Amándote” mientras el público, un tanto diferente del habitual del Festival de Cosquín, demostraba su adhesión. Luego, ya sin los folcloristas en el escenario, empezó la fiesta cuartetera. Jiménez, ahora vestido con musculosa, retomó “¿Quién se ha tomado todo el vino?”, la canción que había quedado inconclusa en aquella noche de enero de 1988.
“La Mona” cumplió con las expectativas de sus seguidores y les entregó clásicos como “Taxi taxi”, “El marginal” o “Beso a beso” en una hora y cuarenta minutos de show (más de los que obtuvo cualquier otro artista en la 52da. edición de Cosquín). El histórico músico cordobés no estuvo solo, ya que en esta oportunidad lo acompañaron sus hijos Lore y Carli. El cuartetero cantó hasta las 4,35. Sobre el final, disparó: “Se portaron bárbaro. Chau. A todos, vuelvan en paz a sus casas, gracias por todo”.