Una creación periodística de Luis Pedro Toni

Cuándo un amigo se vá,siente Pepe Motta

A mi me queda el hermoso recuerdo de tantos
lindos momentos vividos junto a Juan Carlos.
Tantos códigos, como cuando el asistente era un desconocido para los dos.
Tantos juegos, como cuando contaba cuentos en los cortes, (era TV en vivo),
y los invitados estallaban de risa, sin que muchos entendieran desde afuera,
lo que estaba pasando.
No puedo olvidar aquella vez, en momentos en que fui desplazado, debido a
intereses, del programa “Cordialmente”, en Canal 7 y dijo al aire: Volvé Pepe!
Así era, un hombre inteligente y estudioso. Que también se ponía nervioso
antes de empezar y se sostenía en mí, que estaba ubicado en el piano.
Tuvo virtudes y defectos, como todo ser humano. Pero era un señor y todo un verdadero showman.
Sufrió, pero también vivió la vida.
Fue mi ídolo y en épocas de la dictadura, (cuando él estaba prohibido y sólo hacia algunas presentaciones),
tengo una anécdota en una actuación en vivo.
Siendo él el animador, mientras hablaba, previa a la actuación de Raúl Lavié,
del que yo era en ese momento era pianista, le toqué
pedazos de sus éxitos, se dio vuelta y me dijo: “Gracias por el recuerdo”.
Ahí lo conocí y apenas regresó a la televisión, en 1982, fuí a acompañar a
Guillermo Fernández y me quedé junto a Juan Carlos, hasta 1988, momento en que emprendo
mi viaje a Estados Unidos.
Después, periódicamente nos hablábamos, hasta que un día ya no se pudo más.
Estuvo mal durante mucho tiempo. Ya casi ni podía hablar.
Hace unos 4 meses, una amiga, que tenía a su madre en el mismo geriátrico,
le dio mis saludos y ante la sorpresa de todos, dijo “GRAN AMIGO”, apretándole fuertemente la mano.
Qué más puedo pedir! Que siga haciendo sus travesuras en donde esté!
Abrazo. Pepe Motta.