Se estrenó en Francia “Ángeles y demonios”, y también en la Costa Azul, pero fuera del festival de Cannes.Ya se habló mucho del film, pero me quedan algunas reflexiones que no hemos publicado en comentarios anteriores de este film de Ron Howard en este sitio. En realidad la parte uno de los libros de Dan Brown sobre estas historias de la Iglesia “Ángeles…” era el primero y “El Código Da Vinci” el segundo. Si se eligió el segundo para que sea el primero en llevarlo al cine se supondía que podría ser que este no fuera tan importante, ya que ahora es segundo. Tomó una historia legendaria de los Iluminati que la verdadera historia de la Iglesia nunca negó, ya que en la misma siguen existiendo los teólogos racionalistas en pugna habitualmente con los que fundan esa ciencia en la fe y el amor a Dios. Tom Hanks estuvo en Paris presentando el film y en la conferencia de prensa manifestó su posición polémica frente a la Iglesia como organización, pero que en esta segunda parte se avivaron las máximas jerarquías y no entraron en el debate para no promocionar la película, como lo comentó hace unos días El observatore romano, al tiempo que el Opus Dei hacía saber por sus medios de comunicación, publicado también por El País de Madrid, que desde que El código Da Vinci cuestionó al Opus Dei nunca en un año siguiente al estreno del film se asoció tanta gente como colaboradora de esa entidad fundada por San Escriva.

En cuanto a la peli en sí que hemos visto acá en Francia, por momentos es algo pesada por la extensa duración de algunos pasajes.A Tom Hanks no se le puede decir nada, sólo cumple con el papel del investigador Langdon, entra en las catacumbas plenas de telaranas y sale sin mancharse el traje, compone un personaje soso, ahí y punto. La atriz Ayelet Zurer no se sabe por qué está en el film, siempre al lado del Tom, suerte de edecana, un dibujito, comparsa. La mejor labor actoral la gana Ewan Mc Gregor como camarlengo vaticano. Film que se deja ver, pero a mí como católico creyente no me mueve un pelo de duda, ya que la iglesia, es una entidad de pecadores, partiendo de la base que Cristo al borde del Tiberiades le dijo al traidor Pedro que lo había negado tres veces tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. (Tu es Petrus et super haec petran edificabo eclesian meam et portae inferi no prevalabunt vertsus eam)

Luis Pedro Toni, Cannes, Via NEC