La atmósfera ambiental predisponía a la cordialidad: suave brisa dando un respiro al infierno madrileño y los 7000 espectadores que poblaban ayer la Plaza Mayor; políticos de signo opuesto compartiendo la primera fila; jóvenes israelíes y palestinos haciendo música juntos y superando así conflictos históricos de sus países.

La conmovedora Sexta Sinfonía de Beethoven, conocida como “La Pastoral”, es un tributo a la naturaleza. La Orquesta West-Eastern Divan dirigida por Daniel Barenboim logró prolongar musicalmente ese clima de armonía en el corazón del Madrid de los Austrias. Después, la Séptima, bautizada “Apoteosis de la danza”, obra llena de energía, fue ejecutada con majestuosa vitalidad.

Dos días antes, en la apertura de su gira, el director obsequió a los presentes en Jaén con el debut de la orquesta Al Andalus, la filial joven de la del West-Eastern Divan, compuesta principalmente por jóvenes de países árabes menores de 16 años.

El director argentino-israelí interpretará la integral de las sinfonías de Beethoven en una gira que le llevará hasta Latinoamérica con motivo del bicentenario de la independencia de las repúblicas americanas.

Concordia, entendimiento y diálogo son los pilares que definen a esta orquesta creada en 1999 por Barenboim y el filósofo palestino Edward Said. Compuesta por jóvenes músicos árabes, israelíes y españoles, esta orquesta ha demostrado consistentemente que la música es un instrumento útil para romper barreras que hasta ahora eran consideradas infranqueables. Sugiere que se pueden tender puentes que animen a las personas a unirse entre sí, demostrando que la convivencia pacífica entre culturas enfrentadas es posible, de la misma manera que estos jóvenes comparten su pasión por la música. Gracias al apoyo de la Junta de Andalucía la orquesta tiene desde 2002 su sede en Sevilla.

Daniel Barenboim ha estado presente en los Veranos de la Villa otras seis veces, junto a su orquesta. El concierto costó al Ayuntamiento un total de 315.060 euros (aproximadamente 1.651.000 pesos), según fuentes de la Concejalía de Las Artes. Izquierda Unida, por su parte, ha criticado que el Ayuntamiento y su “política marcada por el derroche” haya gastado en los últimos cuatro conciertos de Barenboim, más del triple de lo que destina al año en la banda municipal.

El alcalde de Madrid ha aseverado que el concierto de la West-Eastern Divan “no sólo se ha convertido en el principal acontecimiento cultural del verano en Madrid, sino que significa algo mucho más importante. Junto con la música, nos traes un mensaje del que estamos muy necesitados en Madrid, en España y en todo el mundo: un mensaje de concordia”, ha agradecido Ruiz-Gallardón mientras miraba directamente a Barenboim.DESDE MADRID, MARCELA SILVA