El Festival de Cannes le rinde homenaje a Jean Paul Belmondo
Codirigido por Vincent Perrot y Jeff Domenech, este filme fue producto inicialmente del azar, ya que Domenech -que en realidad es gerente de un restaurant de comidas rápidas- conoció casualmente al cineasta Georges Lautner, quien lo invitó a comer junto a un amigo que, sin saberlo, era nada menos que Belmondo, su ídolo personal.
Desde ese día, Domenech y Belmondo se hicieron amigos y un día logró convencerlo de participar, por primera vez en su carrera, de un proyecto de documental sobre su trayectoria artística y su vida privada que se convirtió en este filme que hoy será proyectado en Cannes, en una función especial fuera de concurso.
Desde hace 50 años, Belmondo es uno de los actores franceses preferidos del público, ya que desde sus brillantes comienzos en “Sin Aliento” (1959), de Jean-Luc Godard, reveló una personalidad fuera de lo común que lo llevó a ser el favorito de muchos autores y a convertirse también en un actor muy popular, especialmente con grandes éxitos de taquilla en los años 70 y 80.
Su carisma y versatilidad le permitieron alternar armoniosamente casi todos los géneros, pasando sin dificultad del universo de Godard al de Henri Verneuil, de Francois Truffaut a Jean Becker, de Alain Resnais a Georges Lautner, y de Louis Malle a Philippe de Broca.
Hasta ahora, Belmondo no había aceptado nunca participar en una película sobre su carrera, y mucho menos sobre su familia o su vida cotidiana –donde se lo muestra sin maquillaje, como un hombre de carne y hueso-, por lo cual la proyección de esta película en Cannes tendrá un significado muy especial, tanto para él como para sus seguidores.
El filme cuenta con una narración en off a cargo de Jean Dujardin y con la participación de estrellas del cine francés como Alain Delon, Claude Lelouch, Claudia Cardinale, Vincent Cassel, Albert Dupontel y Jean Rochefort, muchos de ellos compañeros de trabajo y amigos personales de Belmondo.