El Picadilly tiene 39 escalones con Gianola, Oliva, Ramos y Scarpino
“Los 39 escalones” es un texto creado como la combinación perfecta de una obra maestra de Hitchcock, una novela de espías y una comedia desopilante. Un misterio vertiginoso para los amantes del Teatro. Con 150 personajes interpretados por solamente 4 actores. Actualmente está en cartel en Broadway, Londres, Madrid y 20 países en el mundo; ha sido galardonada con dos premios Tony y un Laurence Olivier.
En “Los 39 escalones”, un hombre con una vida aburrida, conoce a una misteriosa mujer que dice ser espía. Cuando la lleva a su casa, ella es asesinada. Antes de que se pueda dar cuenta, el hombre se encuentra perseguido por una organización llamada los Los 39 Escalones que no le perderá pisada en una cacería humana por todo Estados Unidos, con un final tan atrapante que dejará a la audiencia sin aliento.
La producción original en Londres, dirigida por María Aitken, se estrenó en el Tricycle Theatre en Kilburn en agosto 2006 y fue transferida al Criterion Theatre en el West End el 14 de septiembre 2006. La producción original en el Reino Unido fue dirigida por Fiona Buffini. Esta producción fue licenciada y las películas distribuidas por ITV Global Entertainment Ltd.
ALGUNAS CRITICAS EN EL MUNDO:
“Hilarante y espectacular”, así ha descrito la crítica inglesa la versión teatral de Patrick Barlow, del clásico cinematográfico de Alfred Hithcock.
“Absurdamente agradable”, declaró The New York Times
“Ingeniosa. Una delicia!”, afirmó el Daily News
HISTORIA:
The 39 steps, en español Los 39 escalones es una película de 1935, dirigida por Alfred Hitchcock y basada en la novela de aventura “Los treinta y nueve escalones”, de John Buchan. La película está protagonizada por Robert Donat y Madeleine Carroll.
Ha habido tres importantes versiones cinematográficas del libro; la original, de Hitchcock, ha sido la más aclamada de todas ellas y aún continúa siéndolo. En 1999, el Instituto Británico de Cine (BFI) la colocó en el cuarto lugar del ranking de las mejores películas inglesas, mientras que en 2004 la revista Total Film la situó en el vigésimo primer puesto de los films más grandiosos de todos los tiempos.
Los 39 escalones es la película de persecución más típica del periodo británico de Hitchcock como “Con la muerte en los talones” lo es para el periodo americano.
Lanzando una fuga llena de imprevistos, un inocente se pone a prueba en situaciones siempre nuevas y muchas veces cómicas. Hitchcock da libre paso a su imaginación y a su fantasía y alterna pasajes de gran dramatismo con otros de comedia satírica. Muestra a los espías traidores a Inglaterra como grandes burgueses. La denuncia de enemigos interiores es una constante en su filmografía, para quien el espionaje es una extensión de la guerra civil.
SINTESIS DETALLADA DEL LIBRO:
El canadiense Richard Hannay está en un teatro de Londres, asistiendo a una demostración de los asombrosos poderes del “señor Memoria” -un hombre con una memoria superlativa- cuando se produce una refriega y resuena un disparo. En el consiguiente pánico, Hannay se encuentra a sí mismo abrazando a una atemorizada Annabella Smith, quien lo convence de llevarla a su departamento. Una vez allí, le confiesa que es una espía perseguida por unos asesinos que pretenden nada más y nada menos que matarla. La mujer afirma haber descubierto un complot para robar unos importantes secretos militares de Inglaterra. Este plan ha sido elaborado por un hombre que tiene la punta de uno de sus dedos cortada, y que es líder de una organización de espionaje llamada los “39 escalones”.
Esa noche, Smith es fatalmente apuñalada con el cuchillo de cocina de Hannay, pero antes de morir le advierte que debe escapar. Hannay sale disimuladamente del departamento disfrazado de lechero y toma un tren a Escocia, adonde Smith le dijo que iría en busca del hombre. Ve que la policía está registrando el tren y se entera por el periódico de que, siendo sospechoso de un asesinato, es el blanco de una persecución a escala nacional. Desesperado, entra en un compartimiento y besa a la solitaria ocupante, la atractiva Pamela, en un intento por evitar ser detenido. La mujer, sin embargo, consigue librarse de su indeseado abrazo y lo traiciona delatándolo ante la policía. Hannay salta del tren y cae en el Forth Rail Bridge, para luego escapar.
Pasa la noche con un pobre y viejo granjero y su joven esposa, quien coquetea con Hannay. A la mañana siguiente, se cubre con el saco dominical del granjero y se encamina hacia la casa de la cual le había hablado la malograda espía. Allí encuentra al hombre con el dedo cortado, el aparentemente respetable profesor Jordan, quien le dispara luego de una breve conversación y lo toma por muerto. Afortunadamente, la bala se incrusta en el libro de oraciones del granjero, que estaba metido dentro del bolsillo del abrigo, y Hannay se escapa ileso una vez más.
Se dirige a la policía, pero estos se niegan a creer su historia, ya que conocen muy bien a Jordan. Hannay salta a través de la ventana y se mezcla con la multitud. Trata de ocultarse en un mitin político, donde el presentador del evento lo confunde con otra persona; da un improvisado discurso enardecedor (sin saber nada sobre el candidato por el que se está haciendo pasar). Sin embargo, es reconocido por Pamela, quien lo delata una vez más. Los supuestos policías los esposan juntos y se los llevan. Cuando pasan de largo la estación de policía más cercana, Hannay se da cuenta de que son agentes de la conspiración. Cuando el auto es frenado por un rebaño de ovejas que bloquean el camino, Hannay escapa, arrastrando consigo a una renuente Pamela.
Juntos cruzan el campo, y pasan la noche en un hostal, aunque la muchacha aún no cree en la historia de Hannay. Mientras él duerme, ella se desprende de las esposas, pero entonces escucha a hurtadillas a uno de los falsos policías hablando por teléfono; la conversación confirma las aseveraciones de Hannay.
Pamela regresa a la habitación y duerme en un sofá. Al día siguiente, le dice a Hannay lo que escuchó, y ambos viajan a Londres para transmitírselo a la policía. Sin embargo, ningún secreto se ha reportado robado, por lo que no hacen nada para ayudar. En cambio, deciden seguir a Pamela para localizar a Hannay.
Pamela los conduce al show del señor Memoria, en el London Palladium, donde la policía rodea al fugitivo. Cuando el actor es presentado, Hannay reconoce su tema musical -es la irritante y pegadiza melodía que no ha podido olvidar durante días-. Hannay saca conclusiones y se da cuenta de que es a través del señor Memoria cómo los espías contrabandean secretos: los tiene memorizados. Cuando la policía pone a Hannay bajo custodia, este lanza la pregunta: “¿Qué son los 39 escalones?” Cuando el señor Memoria compulsivamente empieza a responder, Jordan le dispara y trata de escapar, pero es aprehendido. El moribundo señor Memoria recita la información almacenada en su cerebro, un diseño para un avión silencioso, y Hannay y su chica se toman de la mano.