Una creación periodística de Luis Pedro Toni

El rodaje de “Elefante Blanco” revoluciona Ciudad Oculta

Continúan trascendiendo más imágenes de la nueva película que encabeza Ricardo Darín, casi el rey del cine argentino: Elefante blanco . El film que dirige Pablo Trapero ( El bonaerense , Leonera , Carancho ) y que actualmente se está rodando, fue comprada por Alta Classics, la distribuidora líder de cine arte de España. Además, Televisión Española precompró sus derechos para televisión.

Cabe recordar que Darín ya trabajó a las órdenes de Trapero en Carancho y volverá a compartir rubro con su compañera en esa oportunidad: Martina Gusmán. A ellos los acompaña Jérémie Renier ( El niño de la bicicleta , El pastel de bodas ), entre muchos otros.

Elefante blanco es una coproducción entre la productora de Trapero, Matanza Films, Patagonik, la francesa Full House y la española Morena Films. Elefante blanco volvió a reunir a Darín, Trapero y Gusmán.

La historia muestra a Jerónimo (Renier), un cura que ha fracasado en un proyecto social en el que intenta ayudar a muchas personas de la zona; sin embargo, las fuerzas parapoliciales asesinan a parte de su equipo de trabajo y lo dejan en apuros. Entonces, aparece Julián (Darín), otro cura y amigo de mucho tiempo con el que había perdido contacto. Julián va al rescate de Jerónimo y le propone llevar el mismo proyecto, pero esta vez a una villa del conurbano bonaerense.

Entre las situaciones de vulnerabilidad social, tensiones y violencia que se viven en aquel asentamiento, uno de los protagonistas comenzará a cuestionar su fe y sus convicciones, sobre todo, con la aparición de Luciana (Gusmán), una abogada atea que se involucra en la labor social.

El film se está terminando de rodar (la mayor parte) en Ciudad Oculta, al sur de Buenos Aires, que fue la locación donde se desenvolvió la trama, elegida por el director. Los habitantes de la villa bonaerense sienten que se representan a sí mismos al reflejar las problemáticas y la situación real de lo que se vive en la zona.

También se realizaron filmaciones en Iquitos, ubicada en la Amazonia peruana, algo que fue reconfortante para el equipo de producción que dijo sentirse “como en casa”.

Los que trabajan en el film se replantean prejuicios y tratan de escapar a generalizaciones. Y también la experiencia los pone frente a otro “elefante”, al que muchos prefieren no mirar: la relación personal con la fe y la religión.

Conocer el trabajo de los curas que trabajan en las zonas más deprimidas ha sido para Darín una experiencia clave, según declaraciones realizadas a la agencia EFE.

En Elefante blanco, el actor interpreta a un sacerdote con una vocación nata hacia el compromiso social, para lo que tuvo que conocer a varios curas villeros y además de leer sobre otros curas, como el padre Carlos Mugica (1930-1974), cuyo ejemplo se menciona en el film por haber iniciado en la Argentina el movimiento de sacerdotes tercermundistas u obreros. Todo, con el fin de conocer más del papel que desempeñaría en la producción.

En otras declaraciones a EFE, Darín mencionó: “En esta película, conocer a los curas villeros y su trabajo me ha enseñado a dudar de mi falta de fe”. Darín, que pese a que señaló que no se ha convertido “de buenas a primeras en alguien creyente”, sí admitió que durante el rodaje ha logrado entender cuáles son las razones de otros para tener fe. “Me he dado cuenta de que ellos [curas villeros] han encontrado un equilibrio y están más próximos a la gente, ya que han decidido vivir de la misma forma que las personas a las que tratan de ayudar”, recalcó.

A la hora de reflejar a estos sacerdotes tan comprometidos, el actor consideró muy “arriesgado” su trabajo en Elefante blanco, ya que acertar en el papel de manera que no se salga de los parámetros establecidos por el director y personaje no fue para nada fácil.

Por otra parte, Trapero, director argentino reconocido por filmes como Carancho (2010) o Leonera (2008), en los que tocó otros temas sensibles, como el fraude en el cobro de seguros o la situación de las madres en prisión, una vez más vuelve a confiar en el poder del cine para mostrar lo cotidiano y llegar con una buena historia que contar.