Feo momento pasó la diva de los teléfonos cuando, como todos los años, se vistió de punta en blanco para acudir al evento de Fundaleu.Giménez, una de las mujeres del país que más invierte en su imagen, se llevó una gran sorpresa cuando notó que alguien tenía puesto su mismo vestido. Al parecer, Su se enamoró de un modelo del diseñador libanés Zuhair Murad y lo compró en Estados Unidos, valuado en una importante suma de dólares.
Pero cuando llegó al salón del Alvear Palace Hotel, la rubia se encontró con que Catherine Roemmers, la mujer del empresario Cristiano Ratazzi, había comprado en Nueva York el mismo vestido de encaje negro con fondo beige, muy ceñido y sexy.
Susana necesitó olvidar rápidamente el mal trago y se dedicó a bailar con el actor Facundo Arana.