Una creación periodística de Luis Pedro Toni

Está enferma la viuda de Cadícamo que fuera notable bailarina

La señora Nelly Ricciar de Cadícamo, viuda del gran autor del Tango, Enrique Cadícamo (1900 – 1999) se encuentra internada en la unidad de terapia intensiva del Instituto Fleni de Belgrano. Su estado es delicado. Rezamos por su recuperación, nos dicen sus amigos que nos envian este doloroso mail, quienes agregan Nelly es una gran mujer, una agradable persona que siempre tuvo el don de irradiar simpatía, sinceridad y buenos sentimientos. Ha sido además musa inspiradora de Enrique, quien le dedicó los temas Morenita mía y Danzarina. Así nació el amor: Enrique Cadícamo solía asistir al rodaje de la película “La historia del tango” (Manuel Romero, 1949), cuyo guión había escrito junto a García Jiménez. Un buen día le llamó la atención una señorita que intervenía en una escena (aún repetida cada vez que el documental tanguístico la requiere como fiel muestrario de su danza), bailando un tango
> junto a Tito Lusiardo. El destino quiso que a comienzos del 50, Enrique acompañara a su amigo Miguel Juárez Celman – nieto del ex mandatario – a la escuela de danzas de Otto Werber. “En este vivero de bailarinas (…) descubro aquel rostro que un año atrás me había atraído extrañamente (…) De una sola mirada pude abarcar de cerca su luminosa juventud…”, diría más tarde el poeta, refiriéndose a Nelly Ricciar (luego integrante de la pareja de danzas Nelly-Nelson) con quien mantuvo un extenso noviazgo que en 1961 floreció en un desenlace matrimonial. Pocos meses después (mayo del 62) partieron hacia una maravillosa luna de miel donde durante más de un año recorrieron los principales países europeos. Ya en Buenos Aires, al poco tiempo nació Mónica María, única hija del matrimonio, sobre la que su padre (creador de inmortales clásicos como Anclao en París, Madame Ivonne, Nostalgias, Garúa y Los mareados) solía decir orgulloso: “Ella es mi mejor tango”.