Eugenia Tobal y Nicolás Cabré están protagonizando uno de los divorcios más escandalosos del año. No sólo porque los dos sean famosos, porque estuvieron pocos meses casados o porque él odie dar explicaciones a los medios, sino porque se habló de una tercera en discordia (Eugenia Suárez) que compartía el espacio laboral con la pareja y porque se especuló con la posibilidad de un juicio por injurias graves.

Hace unos días, cansado de que lo tilden como el hijo de p…, según dijo, Nicolás Cabré salió a hablar y dijo en el programa de Viviana Canosa que nunca le fue infiel a Tobal. Por su parte, la actriz aclaró en su magazine, Pura Química, que no sigue usando la alianza y que muchos se confundieron con el anillo que le regaló su abuela, que utiliza en su mano derecha.

Mientras sigue el escándalo, Tobal optó por no quedarse de brazos cruzados y se sacó fotos para la revista Luz, además de ofrecer una entrevista en la que, como era de esperarse, volvió a hablar de su separación con el actor de Los Únicos y de su presente en la televisión.

Pura Química me salvó la vida. Me hicieron sentir comodísima desde el primer minuto que puse un pie en el estudio, afirmó la actriz, quien continúa agradecida con Laura Azcurra por haberle cedido su lugar, un puesto que le vino muy bien para tener menos exposición y tranquilizarse luego de un año muy difícil: Hoy la prioridad soy yo y estoy recuperándome.

La tristeza a mí me hace adelgazar. Todavía no volví a mi peso, pero lo que pasa es que hoy estoy más contenta, trabajando, con energía y con más fuerza. Se me nota en la cara. Estoy controlada y bien de salud. No estoy anoréxica, ni deprimida, ni nada de todo eso que dijeron algunos medios (…) Hay que salir adelante. Muchas mujeres me dicen que soy un ejemplo, pero nada de eso. Soy una más que le da para adelante. No me podía permitir quedarme tirada esperando que pase la tormenta. Había que levantarse, ponerse fuerte y asumir que las cosas a veces funcionan como una quiere y a veces no, comentó Eugenia.

Soy sola y no tengo necesidad ni ánimos de estar con nadie. No resolví todavía mi situación legal, estoy en eso (…) Fue una separación, complicada por varias cosas tristes que hubo en el medio, sin embargo, no me arrepiento de nada, aposté, creí y si tuviese que volver el tiempo atrás, volvería a hacer lo mismo. Me casé enamorada, creyendo en que él era la persona con la que iba a compartir el resto de mi vida. Nunca hablaría mal de él, ni mucho menos. Lo que pasó queda entre él y yo. Ya está. Ahora hay que seguir adelante, finalizó. Revista Luz