Una creación periodística de Luis Pedro Toni

Expo de foto-grafias del alma de Ricardo Asch

Este viernes, a las 18:45, se inaugurará en el Espacio Cultural de la Biblioteca del Congreso de la Nación, la muestra “FOTO GRAFÍAS”, que reúne casi treinta obras del artista Ricardo Asch.Podrá visitarse de lunes a viernes, de 10 a 19, con entrada libre y gratuita en el Espacio Cultural de la Biblioteca del Congreso de la Nación, Alsina 1835, hasta el 14 de agosto inclusive.
Dice Ricardo Asch: “La fotografía se conoció desde sus inicios como una técnica basada en un dispositivo que permite representar de forma fidedigna las imágenes ya existentes: una suerte de ventana hacia un mundo objetivo. El fotógrafo, desde esta perspectiva, es un simple medio, un vehículo inocuo que acciona los mecanismos capaces de captar una realidad irrefutable. No obstante, al usar el espacio, los objetos que hay ante su lente, la luz y los diversos recursos con los que cuenta, el fotógrafo, en cada disparo, está dejando su propia mirada. Al mirar a donde todos miran, el fotógrafo ve algo distinto. Desde hace varios años he estado experimentando algo diferente con mi cámara. A ese concepto/experimento lo denominé foto-grafía y, a través de él, intento ser los más fiel posible a la etimología de la disciplina: graficar con la luz (del griego Phos: φως -luz y Graphis: γραφίς-escrituras ). Básicamente, esta técnica consiste en enfocar una o varias luces y dibujar con el movimiento de la cámara las imágenes mentales que quiero crear. Las imágenes obtenidas no están en el espacio real que utiliza el fotógrafo convencional, sino en mi mente y en mi alma. El objeto a fotografiar no está en el exterior sino en el espacio interior. Los objetos son creados por una fuerza que se origina dentro de mí, son pensados sólo con el sentido de ser creados. Entiendo que de ese modo, mis fotos se vuelven únicas e irrepetibles. A dos disparos, resultarán dos imágenes distintas. Siento que de esa forma logro establecer una mirada única y acercarme quizás al restablecimiento de aquello que Walter Benjamin llamaba aura. San Agustín pensaba que no podemos percibir la verdad inmutable de las cosas a menos que éstas estén iluminadas como por un sol. Esa luz divina que ilumina la mente procede de Dios: es la luz inteligible, en la cual, por la cual y a través de la cual se hacen luminosas todas aquellas cosas que son luminosas para el intelecto. En otras palabras, así como la luz del sol hace visible al ojo las cosas corpóreas, la iluminación divina hace visibles a la mente las verdades eternas. Simbólicamente esa luz divina evoca mi espíritu de una manera mística, que me ayuda a realizar los movimientos con la cámara para descubrir las imágenes que genero y así encontrar una verdad muy íntima. Es así como en estas fotos se presentan formas desconocidas que son el resultado de un trabajo que hago en conjunto con las fuentes lumínicas, con su color y con su intensidad. Es inútil buscar formas preexistentes u objetos conocidos, dado que lo fotografiado es la propia luz como objeto en sí mismo y no como fuente iluminadora de otros objetos; y no existe lazo representativo que una a este particular objeto con formas ya sabidas. He podido así descubrir que dentro de un rayo de luz hay muchos tonos de luz (Tratado de Bendiciones del Talmud-Brajot 52b), hasta su unidad más íntima y pequeña: el quantum. Y así como expresaba el Rabino y Sabio Kabbalista Jaim Vital entendí que toda luz tiene un halo interno y uno externo: aquellos que veo al procesar mis fotos. A estas foto-grafías las he creado de noche en la oscuridad, usando como herramientas luces tales como la luna, reflejos en el agua, neón, etc. Estos trazos muestran lo invisible al ojo humano”.