Fabián Vena, quien acaba de estrenar la pieza “La sombra de Lorca” en el teatro San Martín, será el anfitrión, desde el martes, de “Obra en construcción”, un ciclo producido entre Canal (á) y el Teatro Nacional Cervantes que, según indicó el actor, “mostrará cómo es el primer día de trabajo a la hora de una nueva puesta”.

Desde la emblemática sala teatral de Buenos Aires y desde el próximo martes a las 21, Vena será el encargado de presentar un programa que definió como “excusas para que tengamos clases maestras, es un poco el análisis por encima de lo que es la obra de teatro, que se concentra en los principales textos de la dramaturgia universal”.

El actor compartirá cada uno de los 13 episodios con destacados actores y directores de la escena local, como Fernán Mirás, Daniel Fanego, Laura Novoa, Valentina Bassi, Rubén Szuchmacher, Darío Grandinetti, José María Muscari, Malena Solda, Graciela Duffau, Pompeyo Audivert, Raúl Serrano y Mauricio Kartún.

“En cada programa charlamos sobre cómo habría que interpretar cada obra, con sus géneros, sus códigos y sus secretos”, contó Vena a Télam.

“Son 13 capítulos y 13 clásicos. En esta selección tenemos a Armando Discépolo que es nuestro Shakespaere -subrayó-. Habrá un elenco rotativo encabezado por un director reunido en la mesa del escenario vacío de la sala principal del Cervantes”.

Con la intención de sumar una mirada sobre “la historia del autor, del tiempo y de las circunstancias en que fue escrita la obra”, tomarán parte especialistas de teatro como Cristina Moreira, Nora Sforza, Florencia Calvo, Melchora Romanos, Jorge Dubatti, Federico Irazábal, Laura Cerrato de Juarroz, Carlos Fos y Alicia Aisemberg.

Con el ciclo que se repite los sábados a las 21 y los domingos a las 23.30, Canal (á) propone una suerte de “ensayo de mesa”, un espacio en el que se intercambian conceptos sobre los que gira la obra, o se buscan los códigos fundamentales que hacen que la obra funcione.

Entre las piezas que se abordarán se cuentan “La vida es sueño”, de Calderón de la Barca (por Daniel Suárez Marzal y los actores Malena Solda y Sergio Surraco); “La Gaviota”, de Chéjov (por Laura Yusem, con Ana Yovino y el mismo Fabián Vena); y “Babilonia” (de Discépolo, por Mauricio Kartún, por Roberto Castro, Antonio Ugo, Osqui Guzmán, Mariela Castro Balboa y Verónica Piaggio).

-¿Cómo te sentís en esta faceta de conductor o anfitrión?
-Anfitrión sería la palabra ideal, un eufemismo para salir de un rol tan importante como es el de conductor. No me animaría a usar durante un tiempo ese rol porque no me corresponde. Me parece que la idea de convocarme tiene que ver con mi formación teatral, mi conocimiento acerca de estos autores, no sólo por haberlos leído -de alguno de ellos soy muy fanático- sino también por haber interpretado sus obras. Y la combinación con la llegada a la gente a través de la televisión, es una buena síntesis.

-¿Pensás que “Obra en construcción” podría emiterse en un canal de aire?
-Sí, pero en cuanto a las circunstancias reales que vivimos es difícil. Los canales de aire están lejos de apostar a algo que tenga que ver exclusivamente con el arte, ya casi ni se apuesta a la actuación, a las ideas ni a los libros.

-¿Pero sentís que hay intentos por empezar a abrirse a hablar del cine, la literatura y el arte en general?
-Hay propuestas y Canal (á), Encuentro y Canal 7 están abordando esa idea. Con muchos años en el aire Canal (á) es un canal ejemplo y líder. Y en la programación de Encuentro y el 7 empieza a dibujarse una calidad diferente a todo lo visto.

-En teatro estás interpretando a Federico García Lorca en “La sombra de Lorca” (dirigida por Hugo Urquijo y Adelaida Mangani). ¿Se puede pensar a la obra como un tributo al gran poeta?
-La pieza resulta un hecho evocativo y muy emocional. Está escrita por Eduardo Rovner. Nuestro querido autor argentino ha sabido retratar los últimos dos meses de vida de Lorca en base a las mejores bibliografías que tenemos. Si bien nadie supo que fue lo que le pasó en sus útlimos días, a través de comentarios de gente que vivió esos momentos y dichos de él y sus amigos, se empezó a armar en forma de ficción y a partir de algunos poemas y escenas de las obras, un gran homenaje a Lorca.

-¿Cómo es tu relación con la obra de Lorca?
-Su obra teatral tiene un nivel de apasionamiento y voracidad que tiene que ver con la verdad. Toda su poesía es de alto nivel. Tengo material muy bueno, cartas, reportajes, ahí uno puede llegar a ver que había otro tipo de persona aparte del dramaturgo y del poeta. Las cosas que yo digo en escena a veces son las que él ha dicho a sus amigos o ha manifestado en conferencias o reportajes, le damos un tinte dramático, de palabra en acción, porque así fue si vida, extremadamente pasional. Lo interesante es que cuenta con el grupo de titireteros del San Martín, que se integran con los actores de diferentes maneras, aportando a la comprensión y complementación del hecho artístico.

-¿Cómo te llevás con tu imagen popular?
-Cuando empecé en la tele, en “Socorro, Quinto año”, tenía 17 años y la fama no era ninguna virtud ni un punto de llegada. Con lo que es la gran exposión pública que genera nuestro trabajo en TV no sé si me he curado, me parece que por ahí tengo más experiencia y sé cómo manejarme, es algo que uno va adquiriendo con los años. Parece que estar en la TV es sinónimo de andar contando intimidades, es algo con lo cual la pasé mal, pero considero que de a poco fui armando mi propio camino y supe conseguir el cariño y un cuidado de la prensa, porque saben que tengo un apasionamiento muy grande por lo que hago, y eso se reconoce después de 20 años de trabajo.

Telam.