Francois Ozon ganó la Concha de Oro en Donostia
Los premios fueron anunciados en la gala de cierre del festival que tuvo lugar en el Palacio Kursaal de esta ciudad, donde momentos antes el actor argentino Ricardo Darín entregó el Premio Donostia Especial a su colega estadounidense Dustin Hoffman, quien lo recibió con mucha emoción y lágrimas en sus ojos.
La película de Ozon cautivó al jurado oficial -que este año contó con la participación de Darín- con una historia fascinante basada en la obra teatral “El chico de la última fila”, en la que un joven estudiante y su profesor de literatura se enredan en un juego perverso de manipulación y especulación narrativa.
La Concha de Plata al Mejor Director recayó en el español Fernando Trueba por “El artista y la modelo”, una película de época bella y reposada que protagonizan Jean Rochefort, Aida Folch y Claudia Cardinale y en la que propone una aguda reflexión sobre los profundos vínculos entre la vida y el arte.
Filmada en blanco y negro y ambientada en 1943, durante la ocupación nazi en Francia, la nueva película de Trueba aborda la sensible historia de amistad entre un viejo escultor galo que vive con su esposa en un pequeño pueblo cercano a la frontera española y una joven que vive en la calle, como vagabunda, después de escapar de un campo de refugiados de la Guerra Civil española.
Al recibir el premio, Trueba advirtió que “hoy en día a muchos en España se les ha olvidado o lo han negado: el cine es arte y lo seguirá siendo pese a quien le pese. ¡Viva el cine libre!”, afirmó antes de despedirse.
El cine argentino competía en la Sección Oficial del certamen donostiarra con “Días de pesca”, de Carlos Sorín, pero la película protagonizada por Alejandro Awada, que sigue los pasos de un ex alcohólico que viaja a la Patagonia para recuperar su vida y el afecto de su hija, sólo obtuvo el Premio SIGNIS, uno de los galardones no oficiales.
Sin embargo, la coproducción entre España, Francia y Argentina “El muerto y ser feliz”, de Javier Rebollo, obtuvo el Premio de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica (Fipresci) y su protagonista, el gran intérprete español José Sacristán, se quedó con la Concha de Plata al Mejor Actor.
Ricardo Darín fue el encargado de anunciar el premio a Sacristán, quien agradeció al jurado a través de un mensaje grabado que envió desde Cáceres, donde se encuentra interpretando a Don Quijote en una obra teatral, y finalmente se lo entregó a Rebollo, quien saludó al público pidiendo también que “viva el cine libre”.
El premio al Mejor Guión recayó también en la película de Ozon, que se basa en la obra teatral del español Juan Mayorga y propone un complejo y entretenido juego narrativo, en el que un profesor aburrido y sin inspiración halla una nueva esperanza literaria en uno de sus alumnos, quien lo sorprende con la narración audaz y desenfadada de su relación con un compañero y su familia.
En la misma categoría, el jurado decidió entregar una mención al guión de “El atentado”, del libanés Ziad Doueiri, centrado en el drama de un eminente cirujano de origen palestino que vive en Tel Aviv y está integrado en la sociedad israelí, pero queda en el foco de la policía cuando su mujer se convierte en una atacante suicida y comete un atentado donde mueren 19 personas.
El jurado decidió entregar ex aequo la Concha de Plata a la Mejor Actriz a la intérprete española Macarena García, luminosa protagonista de “Blancanieves”, de Pablo Berger, y a la estadounidense Katie Coseni, una de las protagonistas de “Foxfire”, que el francés Laurent Cantet filmó en los Estados Unidos.
La película de Berger, una fábula que rinde homenaje al cine mudo y recrea el cuento de los hermanos Grimm, pero ambientándolo en la Sevilla de principios del siglo pasado, también obtuvo el Premio Especial del Jurado, distinción que el director vasco agradeció diciendo que “el cine tiene que ser siempre riesgo y salto al vacío”.
Si bien fue una de las mayores decepciones del certamen, el jurado decidió entregar el Premio a la Mejor Fotografía a la película “Rhino Season”, del iraní Bahman Ghobadi, un verdadero pastiche propagandístico y demagógico que trata el drama de un poeta kurdo-iraní que acaba de ser liberado de prisión tras cumplir una condena de 30 años en Irán.
En “El último Elvis”, que ganó el premio de la sección Horizontes Latinos, Armando Bo aborda el drama personal y familiar de un doble del célebre cantante estadounidense Elvis Presley, que lo imita de manera sorprendente pero que se ve aquejado por dificultades económicas y una tensa relación con su ex esposa y su pequeña hija.
Bo recibió el premio de manos del cantante y músico uruguayo Jorge Drexler, presidente del jurado de esa sección, y destacó que “es increíble recibir este premio para una película que tuvo un difícil arranque, porque para algunos parecía estadounidense y para otros europea, pero es argentina”.
La ceremonia de cierre de este 60mo. Festival de San Sebastián fue dedicada a la memoria del cineasta Antxon Ezeiza, uno de los impulsores de “un cine nacional vasco”, y culminó con la proyección de la película “El cuarteto”, opera prima de Dustin Hoffman como director, en la que describe la lucha de un grupo de músicos ancianos por sentirse vivos y útiles a pesar de su edad. (Télam/Foto: AFP)