Fuerte presencia de cine latinoamericano en el Festival Internacional de Buenos Aires
Cuatrocientos veinte filmes de las más diversas procedencias, estéticas y narrativas, entre ellos 40 nuevos largometrajes argentinos, tomarán parte del XII Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (Bafici), que comienza este miércoles y se extiende hasta el domingo 18.
El Festival traerá al país un panorama del cine más personal que se realiza en la actualidad en el mundo pero también sus conflictos y convulsiones que, según el director artístico de la muestra, Sergio Wolf, “el Bafici no puede ignorar”.
Para hablar de las características centrales de esta edición del encuentro, la coyuntura actual del cine argentino y los problemas que enfrenta el cine de autor, la agencia Télam habló con Wolf, que por tercer año consecutivo se encuentra al frente del Bafici.
“Si pensamos el cine hoy lo más evidente es que hay una mutación tremenda”, dijo Wolf.
“Para todo lo que no sea Hollywood llegar a la línea de flotación de `Avatar` no sólo es imposible sino que es ridículo, con lo cual la vieja dicotomía entre industria e independencia hoy ya suena extraña porque el cine industrial se quedó con todo”, aseguró.
“Me parece -continuó- que el cine internacional está en ese dilema y que tiene un problema en relación con la producción, la distribución y la exhibición; un dilema que de alguna manera es una paradoja porque también es cierto que al quedarse sin nada en el circuito comercial el cine de autor amplia su horizonte al infinito”.
“De manera tal que la pregunta sobre qué es cine hoy y cómo se hace -que es el gran interrogante que nos formulamos cuando preparamos la programación-, o qué pasa con el cine de autor en un momento en que muchas de sus películas ya no tienen espacio en el circuito comercial son cuestiones de inmensa vigencia y casi urgentes que el Bafici no puede ignorar”, remarcó Wolf.
El director artístico de la muestra expresó que dentro de las marcas de esta edición está la fuerte presencia del cine latinoamericano, la aparición de una mirada muy vinculada con lo social y a la Argentina contemporánea de las producciones locales y una apuesta que extrema el riesgo en la elección de los focos, retrospectivas y cineastas.
“En la Competencia Internacional tenemos, además de las tres películas argentinas (“El ambulante”, “Centro” y “Lo que más quiero”) cinco películas latinoamericanas muy interesantes”, contó el director artístico del Bafici, remarcando que este hecho es una novedad dentro del Festival.
Respecto de la marca política del festival, la función de apertura del Bafici esta a cargo de “Secuestro y muerte”, filme de Rafael Filippelli que narra los últimos días de la vida del ex dictador Pedro Eugenio Aramburu, ajusticiado por Montoneros en 1970.
Con guión de Beatriz Sarlo, David Oubiña y Mariano Llinás, en esta película el cine local aborda por primera vez y en clave de ficción uno de los acontecimientos que marcó el derrotero de los años 70.
Wolf asegura también que “los focos y las retrospectivas son todos muy radicales y muy jugados”.
“Hay directores que uno tiene que apoyar porque cree que son importantes para el cine que viene, porque son interesantes o porque sostienen apuestas personales”, resume.
“De hecho -agrega- este año tenemos la presentación de directores casi desconocidos en Argentina en pleno desarrollo de sus carreras y hay una exploración del cine contemporáneo más provocativo”.
Hay también en el XII Bafici un importante espacio para el cine “found footage” que se elabora a partir de material ya existente y a veces sin necesidad de realizar ni una toma y que marca una de las líneas que abre la tecnología para la experimentación en la actualidad.
Dentro de las características históricas del Festival, Wolf sostiene que “de los eventos culturales con continuidad que hay en la Argentina el Bafici es el único que incorpora su historia y donde cada director artístico que llega toma cosas de los anteriores, que siguen, en general, vinculados de alguna forma al espíritu del espacio”.