Georgina Barbarrosa reflexiona sobre rating, cultura y su “Dulce amor”
Georgina Barbarossa, una de las actrices de “Dulce Amor”, la telenovela nocturna de Telefe protagonizada por Sebastián Estevánez y Karina Zampini, advirtió que “en medio del exitismo del rating y la involución de la cultura, esta novela resalta por ser un producto para toda la familia”.
Estrenada el 23 de enero y convertida en un sorprendente suceso de audiencia, la tira dirigida por Enrique Estevánez desembarcó en un contexto televisivo poblado de escándalos y peleas mediáticas donde la ficción, ya sea de forma privada o promovida a través de los concursos del INCAA, busca volver a imponerse.
En este caso, la historia aborda la problemática vida de tres hermanas (Zampini, Calu Rivero y Rocío Igarzábal) dueñas de una fábrica de golosinas a punto de quebrar y de un chofer (Estevánez) que llegará con su mundo barrial a cuestas para cambiar sus vidas para siempre.
Con guiños a los esquemas clásicos de la novela convencional, “Dulce Amor” ofrece un combo explosivo para quienes sucumbían ante los amores imposibles cruzados por insondables diferencias sociales y la presencia de malos e inescrupulosos que buscan dañar a los inofensivos protagonistas.
“Creo que el éxito de esta tira es ser una novela costumbrista, con esa cosa típica de `La dama y el vagabundo´, con los componentes del culebrón más antiguo de hace 30 ó 40 años atrás”, reflexionó la actriz que interpreta a Isabel Fontana Guerrero, la madre incondicional de Marcos, el personaje de Estevanéz.
“Ella es una ridícula -describió la actriz- y la construyo desde una señora de barrio hablando bien, porque odio cuando dejan de pronunciar las `s´ para interpretar un personaje de barrio; en este caso ella ama a sus hijos pero es bruta, no ha tenido una educación y la ha remado a pesar de eso”.
Dueña de un estilo personalísimo, su personaje irrumpe siempre en escena pavoneándose en ajustadísimos vestidos multicolores y dándole un toque de histrionismo a una historia con ciertos elementos que le confieren a la tira cierto tufillo a las novelas de antaño.
El encanto de la Isabel a la que dota con su oficio, ha llevado a que le televisora le cree la página, para que su personaje multiplique el contacto con los televidentes del programa.
En la web, el personaje de Georgina informa cuál es la mejor forma de hacer milanesas, ofrece recetas rápidas, dicta clases de baile y hasta revela chismes en torno a “Dulce amor”.
“Para mí el secreto de esta tira es que el espíritu de Alberto Migré sobrevuela los libros de la historia y ofrece un programa sin agresiones”, la valoró Barbarossa en una entrevista con Télam.
Y agregó: “Es una telenovela que la gente elige porque necesita dejar de ver tanta violencia, tanta agresión y esta tira atrapa a toda la familia, como pasaba con `Rolando Rivas, taxista´”.
Icono de la cultura televisiva de la década del 70, Migré revolucionó la pantalla argentina con esa ficción protagonizada por Claudio García Satur y Soledad Silveyra que contaba la historia de amor entre un taxista y una joven pasajera.
Allí, pasiones, desamores y comedidos sufrimientos atrajeron la atención de millones de espectadores y un rating que supo superar los 40 puntos en cada capítulo.
Precisamente, para la actriz que actualmente presenta en el teatro “Vidas privadas”, una comedia de Noël Coward que encabeza junto a Miguel Ángel Rodríguez, “antes una telenovela podía tener ese nivel de público porque no hacía falta matar a tu madre en cámara para tener rating”.
“Ahora -maduró- las ficciones no duran porque no les dan tiempo, si no miden 20 ó 30 puntos de entrada las bajan del aire y también porque evidentemente el público está cambiando y necesita más morbo”.
Y concluyó: “Por suerte pareciera que eso ahora está cambiando, `El Elegido´ era una novela fantástica, yo venía corriendo del teatro para verla y si bien no ganaba con el rating el canal lo bancó por tratarse de un producto que la gente agradeció. A mí lo que me molesta es la violencia”.
Suarez para telam.