JOSE MARIA OTERO PRESENTO EL ABC DEL TANGO,EXCELENTE RETRATO DE LOS GRANDES
Estuvo unos días en Buenos Aires el periodista,poeta e historiador del tango José María Otero, con quien compartimos muchos años de fatiga, como suele decir el, en el diario La Razón, aquel vespertino de los Peralta Ramos que dirigía periodísticamente Félix Hipólito Laiño, donde justamente el visitante creó aquella famosa sección de Dialoguitos en el asfalto con el colega Horacio Monzo, dedicados al mundo del futbol, columna-suceso por muchos años para todos los lectores de aquel que fuera el diario de mayor circulación en el mundo de habla castellana.Hombre de Parque Patricios, nunca se supo si es hincha de Huracán, pero si milonguero,futbolero y bien porteño,pese a los 35 años que vive con su familia en Madrid, donde difundió nuestra música ciudadana en diarios y revistas y creó peñas de tango y de bailarines con poetas y porteños que abundan en la capital de la Madre Patria.Su último libro que editó Manuel Pampin, de Corregidor, me lo comentó y entregó el mismo Otero,cuando lo encontré almorzando en Lalo, otro reducto tanguero de la calle Montevideo,ornado con fotografias de los próceres del tango .Se trata de casi 400 páginas de excelente redacción que se titula ABC del tango,biografía de grandes figuras, que van desde Aieta a Villoldo, recorriendo las otras 24 inciales que tienen varios dueños en nuestra poesía y pentagrama urbano.Me dió gran alegria al leer el capítulo de Angel D Agostino, quien en un club del gran Buenos Aires por el frio ,toco el piano con guantes,cuando Otero menciona a Coco D Agostino,sabía de tango como nadie o muy pocos,sobrino del creador de “A pan y agua”, quien fuera entrañable amigo y reportero en La Razón, en la otra famosa columna del vespertino,su última página junto al gardeliano Luis Angel Formento.En el capítulo de Roberto Goyeneche también otro placer al leer el amor del polaco por Platense, que le agrego a lo que cuenta Otero que si bien iba. a veces, con smoking a la cancha para ver solo el primer tiempo y después a cumplir con un compromiso artístico,nunca lo hacia en la platea, se ubicaba en el alambrado, costumbre que sigue hoy su hijo en otros alambrados del ahora llamado Maracaná de Vicente López.Es fácil denostar a Juan D Arienzo, como lo hacen algunos ignotos comentaristas.En el capítulo dedicado al Rey del Compas José María ubica al autor de “Paciencia” en el punto justo y revindica su figura y su potencia tanguera que sin ella seguramente el tango hubiera decaido muchisimo.Los que lo atacaron por su formalismo estético, gente que hablaba de tango y de la noche de Buenos Aires que solo conocían cuando se les hacía tarde,no la vivieron …Y no es necesario seguir recorriendo nombres ya que EL ABC del Tango no pretende ser una enciclopedia del Tango y no incluye siquiera a todos aquellos que merecen ser incluidos, pero en el libro de José María estan todos los que tienen que estar, tratados con una pluma fina, por momentos poética, por momentos la investgigación se convierte en una filosofía espiritual del alma de cada tanguero.Y un tanguero de ley no puede dejar pasar por alto este flamante abcededario del dos por cuatro.
LUIS PEDRO TONI