Julia Roberts, la madrastra más odiosa de Hollywood
De mujer bonita a bruja odiosa, pero igualmente bonita. Así ha sido el transcurrir frente a cámara de una de las actrices más poderosas y mejor pagas de Hollywood: Julia Roberts.
La artista estadounidense fue protagonista de aquel cuento de hadas por el que una prostituta se convertía en elegante dama de Beverly Hills tras dar con un adinerado príncipe azul (el actor Richard Gere) en la romántica “Mujer bonita”, una de las películas más taquilleras de los años 90 que además le valió a su protagonista una nominación a los premios Oscar.
Ahora, en un cuento de hadas distinto, la mujer de la sonrisa mágica tuerce cada músculo de su cara para convertirse en la Reina maligna de “Espejito, Espejito”, una versión de Blancanieves adaptada al siglo XXI.
Mandamás imperturbable de un reino con castillo grandilocuente y bosque encantado, Roberts da a la madrastra de Blancanieves un giro humorístico -a veces irónico, otras patético, sin proponérselo- que hace que su maldad se vuelva apta para todo publico. Fue, según los productores, la primera opción para interpretar a la Reina: ¿quién mejor que una de las actrices mimadas de Estados Unidos para dar un nuevo rostro a una villana clásica?
“Es ese componente de la doble personalidad lo que era realmente intrigante. Vemos a la Reina en su vida cotidiana y luego como un reflejo en el espejo. La versión del espejo es más calmada y controlada, mientras que en la vida real lucha por mantener un poder que se le escapa”, señaló Roberts.
La película, a cargo del director indio Tarsem Singh (el mismo de “Inmortals”), ofrece a la villana un lugar de privilegio: nada raro, si se cuenta con Roberts para encabezar el elenco. Junto a ella, en el papel de la cándida Blancanieves figura la británica Lily Collins, que no es otra que la hija del cantante Phil Collins en su primer protagónico para la pantalla grande.