LA PELI DE LOS PADRES DE HIJOS DESAPARECIDOS
El filme se estrenó en la Competencia Argentina del certamen marplatense, donde generó encendidos aplausos y hasta llantos en varios de los espectadores, debido a su acercamiento humano y respetuoso a una decena de padres de jóvenes desaparecidos y a la descripción de su lucha silenciosa y el dolor que les provoca una búsqueda que parece no tener fin.
Escrita por Daglio, Juan Vitale y Maximiliano Cerdá, la película tuvo su génesis en el acto por el 30mo aniversario del golpe de Estado de 1976, a partir de la pregunta sobre el papel de estos hombres que habían acompañado a sus mujeres en la búsqueda de sus hijos, pero sin llegar a organizarse en una agrupación que les brindara un espacio de reconocimiento visible para el resto de la sociedad.
Este documental entrelaza las historias de diez de estos padres: Mario Belli, Ricardo Chidíchimo, Rafael Beláustegui, Oscar Hueravilo, Julio Morresi, Bruno Palermo, Teobaldo Altamiranda, Mauricio Brodsky, Marcos Weistein y Jaime Steimberg, quienes estuvieron presentes al final de la proyección, salvo por Steimberg, que falleció poco después del fin del rodaje.
“Los padres nunca tuvimos una posición de lucha como las Madres, nunca nos organizamos, aunque siempre estábamos allí acompañándolas. Las Madres no querían que estuviéramos, porque tenían miedo a que respondiéramos a las agresiones y nos llevaran presos”, recuerda uno de los padres en el filme.
En ese sentido, todos coinciden en que el apoyo a las Madres era “moral y espiritual” y que siempre estaban presentes a su manera, ya que por una decisión estratégica de preservación se quedaban afuera de la plaza y las acompañaban desde las calles laterales, ante el temor de caer en manos de la policía o los servicios de inteligencia de la época.
En la película cada uno de ellos cuenta sus vivencias desde la desaparición de sus hijos hasta el presente, mientras recorren lugares significativos de sus vidas y de las de sus hijos, sacando a la luz sus recuerdos y narrando los efectos de la desaparición de sus hijos, las esperanzas y las desilusiones a las que tuvieron que enfrentarse.
Aunque tuvieron un rol desdibujado debido a que nadie en 30 años se ocupó en reflejar su esfuerzo, ellos siguen luchando por “mantener viva la memoria de sus hijos, hacer justicia y alcanzar la verdad” acerca de lo que ocurrió en el país durante la dictadura militar.
Uno de esos padres recuerda en la película lo que le dijo el ex almirante Emilio Massera en un vuelo que, casualmente, compartieron desde Buenos Aires a Córdoba: “Los chicos en algún lugar están y en algún momento los devolveremos”.
Ese cinismo que caracterizó a los militares golpistas, que ni siquiera tuvieron el valor de decir dónde están los cuerpos de los jóvenes desaparecidos, es una de las peores cosas que sufren estos padres, víctimas de la incertidumbre alimentada por las mentiras, la desinformación y las humillaciones que debieron soportar durante todos estos años.
“Se trata de un duelo inconcluso porque no se puede hacer duelo sin ver sus despojos. Nuestros hijos son héroes sin tumba”, afirma en otro tramo de la película Rafael Beláustegui, quien perdió a tres de sus hijos a manos de los militares.
Luego de la proyección, Daglio afirmó: “No sé por qué pasaron 30 años sin que nadie les diera el valor que tienen. Nosotros nacimos en los años de la dictadura y nuestra vida es parte de esta historia”.
“Lo importante es que nunca es tarde para reivindicarlos y ojalá que esta película genere nuevas preguntas y abra nuevos espacios de reflexión y conciencia entre los jóvenes”, agregó el realizador.
“Venimos luchando y seguiremos haciéndolo hasta que aparezca el último desaparecido”, señaló uno de los padres, mientras que otro -emocionado hasta las lágrimas- comenzó a gritar: “¡Por nuestros 30 mil desaparecidos, ahora y siempre, presentes, presentes, presentes!”.Mouján,enviado de Telam.