En las investigaciones de la muerte del astro del pop Michael Jackson, su médico personal Conrad Murray sigue siendo una figura clave, pero, según los medios estadounidenses, cada vez más médicos están bajo sospecha de haber recetado al cantante analgésicos y somníferos.

Los investigadores se llevaron anteayer numerosos documentos, teléfonos celulares y un disco duro de una computadora en un nuevo allanamiento en su casa y su consultorio. De la orden se desprende, según Los Angeles Times, que Jackson utilizaba al menos 19 nombres diferentes para conseguir medicamentos, entre otros, Jack London, Omar Arnold, Frank Tyson y Josephine Baker. Al parecer, el artista también utilizó el de su hijo Prince, de 12 años. Según su abogado, el cardiólogo estuvo presente durante la búsqueda y colaboró con los investigadores.

Murray habría administrado al cantante pocas horas antes de su muerte el narcótico Propofol, según reconoció al ser interrogado por la policía, informó el portal de noticias tmz.com, citando a fuentes de la investigación.

Según el informe, Murray le dio a Jackson unas gotas con el medicamento debido a los problemas que tenía para dormir. La policía cree que luego el médico no prestó más atención a Jackson y quizás incluso se quedó dormido. Cuando regresó, Jackson ya estaba inconsciente.

Sin embargo, la verdadera causa de la muerte del artista la arrojarán los análisis de sangre, cuyos resultados se difundirían la semana próxima. (AP y DPA)