Finalmente, Toribio (Machín), a través de sus secuaces, logra capturar a Lucas (Heredia) y llevarlo a un laboratorio secreto para estudiar el proceso, mediante el cual, el joven se convierte en Lobo. Luego de maniatarlo y observarlo durante largo rato, la llegada de la Luna llena comienza a provocar en Lucas el efecto esperado: la violencia se apodera de su espíritu.

Funes, el médico a cargo de la operación, le da una descarga eléctrica a Lucas. Pero, lejos de amansarlo, el procedimiento enfurece más a la fiera que comienza a cobrar forma delante del científico.

Extasiado ante semejante hallazgo, Funes no se da cuenta del peligro inminente. Lucas se ha convertido en “Lobo” y ya nada podrá detenerlo.