María Elena Walsh recibió la Medalla del Bicentenario
La escritora María Elena Walsh recibió la medalla del Bicentenario, distinción que el Gobierno porteño entrega a personas e instituciones de distintas disciplinas que, con su aporte, han colaborado con la grandeza de la Ciudad de Buenos Aires.
Walsh recibió la distinción en su domicilio de la Ciudad, de manos de Carlos Ares, coordinador del programa Puertas del Bicentenario del Gobierno porteño.
“María Elena está involucrada en el alma de todos los ciudadanos de Buenos Aires” porque “todo hemos cantado sus canciones, y además se las hemos retransmitido a nuestros hijos y a las nuevas generaciones”, dijo Ares.
Y recordó que “no sólo sus canciones nos han acompañado, como Serenata para la tierra de uno dedicada a Buenos Aires; sino también sus libros y sus artículos, que nos han ayudado a comprender mejor la situación en la que vivíamos, como por ejemplo Desventuras en el País-Jardín de Infantes, que denunció la censura”.
“En su vida, María Elena ha demostrado una gran calidez, decencia y honestidad. Nosotros nos reconocemos en ella, y es una de esas personalidades que nos demuestra que somos mejores que la vida que llevamos”, destacó.
Walsh contó que en estos momentos está retirada de sus actividades y que pasa sus días leyendo y escuchando música, pero que en cualquier momento podría “desjubilarse” y ponerse a trabajar nuevamente.
La fotógrafa Sara Facio, quien trabajó estrechamente con Walsh y presente en el encuentro, recordó que hace algunos años le sugirió a María Elena hacer una canción para el Bicentenario.
La entrega de las Medallas del Bicentenario es un tributo a ciudadanos e instituciones reconocidas por su labor, la honestidad, el esfuerzo sostenido, la actitud solidaria y la contribución generosa que han hecho a la sociedad de su tiempo.
Para ese fin fueron acuñadas una serie de 200 “Medallas del Bicentenario” diseñadas por el prestigioso artista Antonio Pujía y la primera de ellas fue recibida por Quino, el creador de Mafalda.
A lo largo de este año y del próximo, durante las conmemoraciones del Bicentenario, se entregarán las 200 medallas a docentes, médicos, deportistas y personalidades destacadas en el ámbito de la acción comunitaria, la cultura, la música y la ciencia.
María Elena Walsh, nacida en la localidad bonaerense de Ramos Mejía, 1930, egresó de la Escuela Nacional de Bellas Artes como Profesora de Dibujo y Pintura en 1948.
A los 15 años, en 1945, comenzó a publicar poemas en el diario La Nación y las revistas Sur y El Hogar.
Su primer libro, “Otoño Imperdonable”, de 1947, mereció el Premio Municipal de Poesía.
El poeta español Juan Ramón Jiménez la invitó a los Estados Unidos y con una beca de la Fundación Williams viajó en 1948 para asistir a cursos en la Universidad de Maryland en calidad de oyente.
Entre 1952 y 1956 residió en París, donde integrando junto a Valladares el dúo Leda y María actuó en diversas ciudades de Europa como intérpretes de la música folklórica.
Allí comenzó a crear canciones infantiles y a investigar sobre música y canto del folklore. Grabó varios discos en París y Londres.
En 1956 regresó a Buenos Aires donde alternó la publicación de libros con la realización de guiones y libretos para Televisión (para niños y adultos) que le dieron gran popularidad y por los que recibió el Martín Fierro, galardón máximo de la TV Argentina.
En 1960 publicó su primer libro infantil, “Tutú Marambá”. Le siguieron, entre otros, “El Reino del Revés”, “Zoo Loco”, “Dailan Kifki”, “Chaucha y Palito”, “Manuelita ¿dónde vas?”, que formarían parte -junto a sus canciones- del bagaje cultural de mayores y niños en la Argentina y otros países de habla española.
En 1962 estrenó en el Teatro MG San Martín su primera comedia musical infantil, “Canciones para mirar”, y al año siguiente “Doña Disparate y Bambuco”, representadas en teatros de la Argentina, América y Europa hasta hoy.
En 1968 comenzó su serie de recitales unipersonales para adultos que continuó en giras internacionales hasta 1978, en que se retiró de los escenarios.
Sus canciones han sido grabadas en discos, casetes, CD,
DVD y reeditados hasta la actualidad.
También, especialmente “Cómo la cigarra” y “Serenata para la tierra de uno”, son incluidos en repertorios de grandes interpretes internacionales.
En 1971 escribió, produjo y actuó en el filme “Juguemos en el Mundo”, dirigido por María Herminia Avellaneda.
Fue también autora del leit motiv y las canciones de “La historia oficial”, de Luis Puenzo, el filme argentino ganador del Oscar al cine extranjero.
Asimismo, su personaje, Manuelita, inspiró al filme de García Ferré, que fue un éxito mundial.
En 1979 publicó en el diario Clarín, “Desventuras en el País-Jardín de Infantes”, -denunciando la censura vigente- que tuvo repercusión internacional.
Con el mismo título, en 1994 publicó un libro de ensayos sobre temas culturales.
En 1984 publicó “Los poemas”, que reúne su obra poética.
En 1986 dirigió y tradujo centenares de cuentos infantiles para la Enciclopedia Infantil Veo Veo que se publicó en forma de fascículos y de libros en la Argentina y países americanos.
En 1990 publicó “Novios de Antaño”, primera novela para adultos, recuerdos de su niñez. También “Fantasmas en el parque”, de 2008, algo inclasificable como género, entre novela, memorias y ficción, que pertenece a su obra para adultos.
En 1994 sale “Las Canciones”, recopilación completa de temas para niños y adultos.
En 2008 se editaron en forma de libro, por primera vez, sus comedias musicales “Canciones para mirar” y “Doña Disparate y Bambuco”.
Toda su obra literaria ha sido reeditada por Grupo Santillana, en Alfaguara, Punto de Lectura, etc. Warner Music International es su editor discográfico.
Walsh ha obtenido numerosas distinciones: Premio Municipal de Poesía (1948), Premio ARGENTORES, Gran Premio SADAIC, Premio Fundación Argentina para la Poesía, Gran Premio de Honor del Fondo Nacional de las Artes, Highly Commended del Premio Andersen, Dinamarca, la Orden de la Sonrisa (sede en Polonia) única recompensa internacional otorgada por los niños, Premio Mundial de Literatura José Martí, (Costa Rica) en su primera entrega 1995, Premio Internacional de La Paz de la Masonería Argentina y Premio de la Universidad de Tel Aviv (1997).
En 1985 fue nombrada Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires, en 1990 Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina; en 1996 recibió el Premio Gabriela Mistral, Chile, y en 2008 el Reconocimiento Público de la Academia Argentina de Letras.
Sus libros y canciones han sido traducidos al inglés, francés, hebreo, italiano, guaraní, finés, danés, sueco. Numerosas escuelas, bibliotecas y plazas de la Argentina llevan su nombre.
Ha sido miembro del Directorio de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (SADAIC) y actualmente es integrante de su Comisión de Honor.