Una creación periodística de Luis Pedro Toni

Medea con Cristina Banegas y Luisa Pagliai

Se estrena en la Sala Casacuberta el clásico de Eurípides, en versión de Cristina Banegas y Lucila Pagliai, con dirección de Pompeyo Audivert.

El viernes 21 de agosto a las 20 horas se estrenará, en la Sala Casacuberta del Teatro San Martín (Avenida Corrientes 1530), Medea de Eurípides, en versión de Cristina Banegas y Lucila Pagliai, con dirección de Pompeyo Audivert. El elenco está integrado por Cristina Banegas, Daniel Fanego, Tina Serrano, Héctor Bidonde, Analía Couceyro, Pochi Duchasse, Coni Marino, Sandro Nunziata, Omar Fantini, Armenia Martínez, Susana Brussa, Martín Kahan, Verónica Santángelo y los niños Luciano Ruiz y Valentino Alonso.

La asistencia artística es de Paula Baró, la asistencia de movimiento escénico de Rhea Volij, la apuntadora es Tanya Barbieri, la música original y la dirección vocal son de Carmen Baliero, la iluminación es de Leandra Rodríguez, el vestuario de Mini Zuccheri y la escenografía de Juan José Cambre.

El estreno para prensa e invitados se realizará el jueves 20 de agosto a las 20 horas.

Las funciones se realizarán de miércoles a domingos a las 20 horas.

Platea: $35.- Miércoles, día popular: $20.-

Medea

“En el mundo de la razón griega, Medea –la otra, la extranjera– es astuta, taimada, doble, certera con su magia para llevar a cabo sus designios, y con esas armas logra vencer a sus enemigos en territorio propio.

Enmascarado en el ultraje del abandono de un amor antes compartido, Medea habla del erotismo del poder.

Sus personajes –como en todas las tragedias griegas– son los que tienen trato con los dioses del Olimpo: héroes, reyes, mujeres e hijos de linajes que sostienen la urdimbre del poder y sus pasiones.

La gran apuesta de Eurípides es que la que soporta esa urdimbre no sólo es mujer (los atenienses ya conocían a Antígona) sino una bárbara, palabra con que la lengua griega designaba al extranjero.

Esta versión de Medea, respetando la dramaturgia del texto original, ha tratado de recrear con el lenguaje una distancia estética que produzca en el espectador la ilusión de seguir escuchando la voz de Eurípides en una travesía de dos mil quinientos años.” Lucila Pagliai