Memorable Boheme con saludo de la nieta de Puccini se sigue representando en el Colón a sala repleta
Siempre es bueno ir al Colón para ver las obras clásicas, fuera de la noche de estreno, o sobre todo de reinauguración, ya que en las funciones posteriores suele ir la gente que más disfruta del género, y que no necesita fotógrafos alrededor de la alfombra fucsia o la larga escalera que te lleva al sétimo piso. Una de esas veladas posteriores de La boheme, la del martes, el director del Colón Pedro Pablo García Caffi nos mostraba la carta de la nieta de Giacomo Puccini, Simonetta, quien vive en Italia, agradeciendo la nueva puesta de la opera de su abuelo, quien visitó el Colón en 1905 y estrenara la misma con dirección de Toscanini en 1896 en el Regio de Turín. Una opera de las más representadas en la historia de la música clásica, tanto es asi que Carlos Gardel la popularizó al grabarla en 1924 con un tema titulado Griseta de Enrique Delfino y José Gonzalez Castillo: “Mezcla rara de Museta y de Mimí con caricias de Rodolfo y de Schaunard, era la flor de París que un sueño de novela trajo al arrabal… Y en el loco divagar del cabaret, al arrullo de algún tango compadrón, alentaba una ilusión: soñaba con Des Grieux, quería ser Manon. Francesita, que trajiste, pizpireta, sentimental y coqueta la poesía del quartier…”(Y sigue la versión de nuestra boheme) Un espectáculo notable para la reapertura del primer coliseo de Sudamérica que esta representando la pieza de Puccini con todas las funciones repletas. Stefano Ranzani, es el milanés que dirige la orquesta del teatro con el coro de Antonio Domenighini, y el de niños de Valdo Sciamarella, quienes se presentan en el primer acto de los cuatro que tiene La boheme que suele terminar 21.30, ya que al otro día van a la escuela. Extraordinaria la escenografía de la bohardilla en que empieza y termina la historia, dura dos horas 25 minutos, continua con un festivo bulevard de París de fines del siglo XIX, con la audacia del inteligente director Hugo de Ana que pertmite la circulación de dos vehículos con mascaritas, de los años 20…incluída una bicicleta con tanquecito de gasolina y motorcito que aún no existían…pero resulta atrayente, como otra calle en una noche invernal. Los protagónicos de Rodolfo ( el rumano Marius Manea),Mimi (Virginia Tola, una excelente soprano argentina que vive y canta en el exterior)Marcelo (Marco Caria, también italiano de la escuela Sassari))Musetta (la norteamericana de origen africano Nicole Cabell, con potente actuación) y Schaunard que figura en el tango argentino compuesto por el compatriota Omar Carrión, baritono, ganador del cocnurso Pavarotti en Philadelphia en 1988.La historia es la del pintor y sus amigos, enamorado de Mimi, con las variantes intervenciones de Musetta, y la intervención de un vizconde que pretende a la misma mujer del plástico, pero que en el final regresa al attelier, y ahí con su delicada afección pulmonar, termina dramáticamente su vida junto a su amor, en gran interpretación de la Tola, pero sin tos, ya que de algunos sectores, los que conocieron otros finales de La boheme sienten que Mimi debe tocer antes de expirar, lo hicieron notar respetuosamente. Igual un gran espectáculo para reabrir las puertas del símbolo máximo que se integra a nuestra identidad cultural, la que acepta las mejores obras de la humanidad, sin perder nuestra idiosincrasia. El Colón orgullo de la Argentina. LUIS PEDRO TONI