La muerte de Michael Jackson fue un homicidio causado principalmente por una “aguda intoxicación por propofol” y otras cinco drogas recetadas, anunció el Instituto de Medicina Forense de Los Angeles.

Este es el resultado oficial de la autopsia que fue publicada por las autoridades forenses.

El informe cita en total seis drogas que estaban en el cuerpo de Jackson cuando murió.

En el comunicado, el forense dijo que la muerte de Jackson se debió a una “intoxicación aguda” con propofol, una poderosa droga contra el dolor, tal como se había señalado en las estimaciones previas.

Además del propofol e importantes cantidades de benzodiazepina – un psicotrópico que produce efectos sedantes e hipnóticos, ansiolíticos, anticonvulsivos, amnésicos y relajante muscular-, la autopsia reveló restos de otras drogas en el cuerpo de Jackson, entre ellas, midazolam, diazepam, lidocaína y efedrina, confirmó el reporte.

Sin embargo, la certificación de una muerte como “homicidio” no significa en todos los casos la presentación de cargos criminales, según informó el diario Los Angeles Times.

Por ello ahora los pasos a seguir serán decididos por la fiscalía, en particular, en referencia al médico personal del cantante al momento de su muerte, Conrad Murray, responsable de haber firmado las recetas para esos medicamentos.

El lunes, documentos judiciales sobre la investigación de la muerte de Jackson revelaron que el cantante tenía “niveles letales” del poderoso anestésico propofol e indicaron que su médico personal, Conrad Murray, había estado suministrando al cantante medicamentos fuertes para tratar su insomnio.

El informe final de los forenses incluye el reporte toxicológico completo que será mantenido como un documento confidencial a pedido del Departamento de la Policía de Los Angeles (LAPD) y la Fiscalía de Los Angeles.