El cantante Michael Jackson, muerto sorpresivamente de un paro cardíaco en junio pasado, fue homenajeado hoy en distintas ciudades del mundo, en el día en que habría cumplido 51 años.

Una multitud de admiradores de Jackson celebró en Nueva York el cumpleaños del cantante con una fiesta de música e imágenes, prueba que para ellos el ídolo no ha muerto. La celebración consistió en una fiesta organizada por el director de cine Spike Lee, música animada por DJ Spinna y palabras de homenaje al “rey del Pop” fallecido el 25 de junio.

Una hora después de comenzado, más de mil personas ya habían acudido al evento en Prospect Park, un parque de Brooklyn a pesar de una lluvia intermitente.

Gente de todas las edades -niños, adolescentes, jóvenes y adultos- en su gran mayoría negros, deambuló en el parque frente a un pequeño escenario instalado sobre el césped. Una pantalla gigante difundió imágenes y canciones del “rey del pop”, y los más entusiastas comenzaron a cantar y bailar al ritmo de sus temas más famosos.

Un muro de tela fue instalado en el lugar para que los admiradores del cantante dejen por escrito su testimonio de admiración a Jackson. Los organizadores anticipaban una participación de unas 10.000 personas, aunque las inclemencias del tiempo podrían mermar la asistencia esperada.

Las celebraciones también se extendieron en Paris, Moscú, Londres, Bombay y otras ciudades, donde los fanáticos se vistieron como el ídolo musical y bailaron en las distintas plazas públicas y al pie de los monumentos clásicos. En México y en Barcelona se intentará batir el récord Guinness del baile “Thriller”.

Homicidio. Ayer, un informe de médicos forenses indicó que Michael Jackson fue víctima de un homicidio causado por una intoxicación con un narcótico.

Conrad Murray, médico del “rey del pop” que está en el centro de las investigación por su fallecimiento no se manifestará sobre el caso antes de “recibir el informe de la autopsia completa con la lista exhaustiva de todos los medicamentos y sus dosis, que permita a expertos independientes realizar su propio análisis e interpretación de los datos.

Murray admitió haber suministrado el narcótico Propofol al cantante. Durante varias semanas le dio 50 miligramos diarios para ayudarlo a dormir, dado que Jackson sufría fuertes trastornos de sueño.

El Propofol se utiliza normalmente sólo antes de operaciones o en hospitales. Tras ser inyectado el paciente debe ser vigilado de forma permanente, pero el propio Murray admitió que tras la última inyección a Jackson lo abandonó para ir al baño. Al volver, el músico ya no respiraba.

Las tareas de reanimación fracasaron. En lugar de llamar de inmediato al número de emergencias 911, dejó pasar 82 minutos, según el informe policial. La investigación corroboró que en este lapso hizo tres llamadas por un total de 47 minutos con su teléfono móvil.

La Fiscalía General del Estado de Los Angeles anunció además que a pedido de la policía investigará a otros médicos que pudieron tratar a Jackson en los últimos meses.

Agencias AFP, EFE y AP