El reconocido cineasta francés falleció este lunes a los 89 años, según confirmó la productora Compagnie Eric a la agencia alemana DPA. Dueño de una extensa y laureada trayectoria, Rohmer fue uno de los fundadores de la “Nouvelle Vague”.

Dueño de una extensa y laureada trayectoria, Rohmer -cuyo nombre verdadero era Jean-Marie Maurice Scherer- había nacido en Nancy, en la región francesa de Lorena, el 4 de abril de 1920, y tomó el apelativo que lo hizo famoso juntando el nombre del realizador Erich von Stroheim y el del novelista británico Sax Rohmer, autor de la serie “Fu Manchú”.

Asistente perpetuo a las exhibiciones de la Cinemateca Francesa en la década del 40 como sus colegas críticos y periodistas que terminaron fundando la Nouvelle Vague a fines de la siguiente, fue también jefe de redacción (1956-63) de la revista Cahiers du Cinéma junto a su mentor André Bazin.

Originalmente novelista, Rohmer supo dividir sus filmes en categorías como “cuentos morales”, “comedias y proverbios” y “cuentos de las cuatro estaciones”, en las que destiló filosidades filosóficas y un conservadurismo que lo separó de otros coetáneos como Jean-Luc Godard, François Truffaut y Claude Chabrol.

En 1969 su película “Mi noche con Maud”, con Jean-Louis Trintignant y Françoise Fabian, basaba todo su metraje en la negativa de la pareja a responder al instinto sexual.

Uno de sus últimos estrenos locales, “Triple agente” (2004), era por lo menos confuso ideológicamente y “La dama y el duque” (2001), situada en la Revolución francesa, se ubicaba claramente del lado de la nobleza.

Filmó su primer título, “El signo del león”, en 1959, con mayor suerte de crítica que de público, y junto al alemán Barbet Schroeder fundó la productora Les Films du Losange, que hasta hoy realizó más de 80 títulos.

Rohmer tuvo que esperar hasta 1967 para tener un reconocimiento amplio a su trabajo, ya que su filme “La coleccionista” obtuvo el premio a mejor película para público joven y el premio especial del jurado en Berlín.

En 1970 “Mi noche con Maud” fue candidata al Oscar como película no hablada en inglés, pero el lauro fue a manos de Constantin Costa-Gavras por “Z”. También perdió con “Patton”, al año siguiente, su pugna por la estatuilla a mejor guión original.

Su habitual seriedad expositiva cambió con algunas comedias como “El rayo verde” (1986), que al mismo tiempo fue un gran éxito de público y crítica y un viraje hacia temas de mayor expectativa feliz y personajes más frescos.

Una de las características del realizador fallecido fue la fidelidad al pequeño grupo de colaboradores que tuvo, ya que en más de cuatro décadas trabajó con casi los mismos actores y técnicos, con los que tenía un evidente entendimiento.

La actriz Marie Rivière trabajó en nueve de sus producciones -“La mujer del aviador”, “El rayo verde” y “Cuento de otoño”, entre ellas- y el director de fotografía Néstor Almendros -“La coleccionista”, “Mi noche con Maud”, “La rodilla de Clara”- es un nombre frecuente en su filmografía.

Desde que Almendros murió, en 1992, Rohmer comenzó a trabajar con la fotógrafa Diane Baratier, con quien realizó todos sus trabajos desde ese momento, dotando a filmes realizados en formato digital de una profundidad y complejidad visual sorprendentes.

Esa característica de clan que formaba explica quizá la renuencia de Rohmer en responder cuestionarios periodísticos y en huir a toda costa de festivales y fiestas del ambiente cinematográfico, para poder deambular por su ciudad de París sin ser reconocido. Télam