Actor, director, dramaturgo y maestro de actores. Juan Carlos Gené murió esta mañana, a los 82 años, tras luchar contra una larga enfermedad. Será velado esta tarde, a partir de las 16, en una sala situada en Córdoba 5080, en el barrio porteño de Villa Crespo.

Gené nació en Buenos Aires, el 6 de noviembre de 1929. Su pasión por el teatro se combinó con su interés por la política, desde la presidencia de la Asociación Argentina de Actores, además de destacarse como uno de los mayores promotores del teatro latinoamericano y un maestro admirado por los actores locales. Era presidente del Centro latinoamericano de creación e investigación teatral (Celcit).

Su carrera comenzó en la década del 50, en teatro. El 19 de diciembre de 1951, precisamente, en el desaparecido teatro Comedia, con una pantomima de Pablo Palant y una obra breve de George Bernard Shaw. A mediados de esa década, estreno la primera obra de su autoría, El herrero y el diablo.

En los 60, se destacó en la pantalla chica. la pantalla chica. Actuó en Hamlet, Alta Comedia, hasta debutar como guionista televisivo con Cosa juzgada, en 1969. Desde entonces, se expandió al cine y al teatro. Entre su filmografía figuran La Raulito y Golpes a mi puerta, mientras que escribió decenas de obras teatrales, entre ellas, El Inglés y Krapp, la última cinta magnética. Además, admirador de del escritor español Federico García Lorca, llevó muchas de sus obras al teatro. En 2010, dirigió y actuó en uno de los clásicos de ese poeta, Bodas de Sangre.

El año pasado se puso al frente de otro clásico, esta vez de William Shakespeare, Hamlet, donde dirigió a Mike Amigorena, Luisa Kuliok y Esmeranda Mitre.

En los años setenta, se puso al frente de Canal 7 por 56 días en 1973, y luego, a los 47 años, durante la dictadura militar, se exilió a Venezuela, donde vivió hasta 1993. Allí fundó en 1983, el Grupo actoral 80, integrado al Celcit, que, en el regreso de la democracia al país, se mudó al barrio de San Telmo, donde Gené se dedicó a dar clases magistrales sobre lo que más amaba: el teatro.

Además, fue presidente y secretario general de la Asociación Argentina de Actores por once años y director general del Teatro San Martín de Buenos Aires entre 1994 y 1996.