EL lunes de esta semana murió en Nueva York el coreógrafo y bailarín estadounidense, Merce Cunningham, a la edad de 90 años por causas naturales.
Fue uno de los artistas que revolucionó la danza del Siglo XX que mantuvo al ballet estadounidense en la vanguardia durante más de 50 años.”Merce veía la belleza en lo ordinario, y eso es lo que le hacía extraordinario.
No se dejaba llevar por los convencionalismos. Era un verdadero artista, honesto y próximo en todo lo que hacía”, resaltó Trevor Carlson, el director ejecutivo de la Fundación Merce Cunningham, al comunicar la noticia.
El coreógrafo durante su carrera le aportó nuevos conceptos a la danza contemporánea como el movimiento de los bailarines en escena.Cunningham había explicado que para mantenerse como uno de los grandes iconos dentro de su ambiente “te tiene que gustar la danza.
No te devuelve nada, no hay manuscritos que guardar ni pinturas que colgar en las paredes, ni poemas que imprimir o vender, no te da más que ese momento efímero en que te sientes vivo. No es para espíritus inseguros”.

Por su parte, la presidenta de la Cunningham Dance Foundation, Judith Fishman, hizo hincapié en que Merce “fue un artista inconformista y el más amable de los genios”.