Una creación periodística de Luis Pedro Toni

PESCADO PODRIDO EN CALLEJEROS

El juicio por la tragedia de Cromañón transcurre hoy por una de sus jornadas más álgidas, ya que los músicos del grupo Callejeros declaran por primera vez ante el tribunal oral que los juzga por el incendio, en el que murieron 194 personas durante un recital de la banda.

El primero en declarar fue el escenógrafo Daniel Cardell (30) quien, frente a los jueces, opinó que “cuántos más culpables sean (Omar) Chabán y Callejeros, menos culpable va a ser el Estado”. Por su parte, el saxofonista Omar Carbone (39), señaló que “es un pensamiento morboso, criminal, psicótico, de alguien desquiciado” atribuirles a ellos el haber actuado con dolo, al tiempo que sostuvo que todas las imputaciones son “cháchara y pescado podrido”. Ambos insistieron en su inocencia.

En lo que resta del día prestarán declaración el líder de la banda, Patricio “Pato” Fontanet (29); el bajista Christian Eleazar Torrejón (35); el guitarrista Elio Delgado (23), y el baterista Eduardo Arturo Vázquez, (32), baterista.

El abogado del grupo, Manuel Gutiérrez, adelantó antes de ingresar al Palacio de Tribunales que cada uno de sus clientes iba a dar su versión de los hechos en un proceso que llevará entre 4 y 5 horas, y advirtió que ninguno responderá preguntas porque “es inútil buscar más explicaciones y no están en condiciones psicológicas” de contestar a las querellas.

El último en hablar será Diego Marcelo Argañaraz (29), ex manager de la banda, quien como los músicos está acusado del delito de estrago doloso agravado por el resultado muerte, que prevé una pena de hasta 20 años de cárcel. Su abogado, Roberto Bois, adelantó que expondrá durante unos 40 minutos.

Según la acusación fiscal, los músicos están imputados de haber co-organizado con Omar Chabán, el ex gerenciador de Cromañón, el recital que la banda ofreció el 30 de diciembre de 2004 en República Cromañón.

La principal cuestión que se les endilga es no haber realizado un cacheo minucioso en la entrada del local que le impidiera al público de la banda ingresar al lugar con pirotecnia, lo cual fue afirmado por gran cantidad de testigos.

Incluso, algunos acusaron a la madre de Fontanet de repartir bengalas dentro del local poco antes del inicio del show, que luego se interrumpió abruptamente cuando una candela comenzó a incendiar la media sombra que cubría el techo.

También se les imputa haber permitido que ingresaran al predio alrededor de 3.000 personas, cuando en realidad estaba habilitado para 1.031, y de haber elegido un lugar cuya única salida de emergencia se hallaba sellada con un candado y alambre. Los músicos dirán que esa responsabilidad no era de ellos y que sólo iban a los locales a tocar y no se ocupaban de la seguridad.

Desde que comenzó el juicio, el 19 de agosto último, el único integrante de Callejeros que declaró fue Maximiliano Djerfy (33), ex guitarrista de la banda, quien se separó del grupo durante el debate y tiene una defensora propia.

Djerfy dijo que nunca pudo representarse que en el lugar se iba a producir un incendio porque, de lo contrario, no hubiera llevado al recital de esa noche a sus familiares, de los cuales murieron cinco. Carlos Galvan,Clarin digital.