Pese a los reclamos, el Teatro Ópera seguirá llamándose Citi
A pesar del ferviente rechazo de vecinos, figuras del ambiente del espectáculo y organizaciones culturales al cambio de nombre del Teatro Ópera, el histórico centro cultural de la calle Corrientes seguirá llamándose Citi.
Representantes del banco norteamericano y de la empresa Time 4 Fun, propietaria del teatro, resolvieron mantener el nombre y sólo se mostraron dispuestos a agregar una pequeña marquesina con el logo original en el frente del edificio… pero a 25 metros de altura.
“El Teatro Citi funcionará en el edificio histórico del Ópera”, dijo Patricia Guarnes, directora de la entidad, al diario Clarín. Así, confirmó la decisión corporativa, pese a la demanda generalizada para que una pretención empresaria no opaque una historia de cultura y vida social argentina.
Según trascendió, en los próximos días se repondría el tradicional letrero sobre el frente del edificio, aunque el teatro seguirá llamándose Citi. Ese cartel -que demuestra el empecinamiento del banco de los EEUU en incrustar su nombre en el frente del teatro- estará ubicado a más de 25 metros de altura y quedará virtualmente invisible.
La imposición del nombre Citi al tradicional teatro, contra la opinión de quienes lo consideran parte del patrimonio cultural de Buenos Aires, hizo que figuras como Susana Giménez organizaran una movida para que se mantenga la identidad del mismo (ver nota relacionada).
El productor Daniel Mañas, a pedido de la diva, escribió un artículo para la revista Susana, donde recuerda que entre otras cosas el Ópera “pertenece desde 1871 a cada porteño, a cada argentino del interior que soñó pasar bajo ese cartel, a cada artista que gastó suelas sobre ese escenario y a cada beso robado a la vecina de butaca bajo el cielo estrellado que también nos robaron” (foto relacionada).
Por las tablas del mítico teatro de Avenida Corrientes al 800 pasaron entre otros Ava Gardner y Édith Piaf -los más destacados en una larga lista de visitantes ilustrísimos del ámbito artístico y cultural del mundo- y se presentaron obras como El Folies Bergère, el famoso cabaret de París.