La familia del desaparecido intérprete le solicitó al destacado patólogo neoyorquino Michael Baden que estudie nuevamente los restos. “Si existe algo sospechoso, él lo encontrará”, afirmó el doctor Lawrence Kobillinsky, director del Departamento de Ciencias Forenses de la Universidad de Justicia Criminal John Jay. El forense formó parte de la investigación de la muerte de varios famosos como la de Nicole Brown Simpson y Anna Nicole Smith.

El famoso patólogo neoyorquino Michael Baden viajará a California para realizar una autopsia privada al cuerpo del actor David Carradine por petición de su familia, según informó ayer el diario neoyorquino “Daily News”.

Baden, presentador de la serie de televisión de HBO “Autopsy” y ex jefe examinador médico de Nueva York aseguró que el abogado del hermano de Carradine, Mark Geragos, le había solicitado sus servicios, informó DPA.

“Baden es un de los patólogos forenses con más experiencia del mundo. Si existe algo sospechoso, él lo encontrará”, aseguró el doctor Lawrence Kobillinsky, director del Departamento de Ciencias Forenses de la Universidad de Justicia Criminal John Jay de Nueva York.

Baden formó parte de la investigación de la muerte de varios famosos como la de Nicole Brown Simpson y Anna Nicole Smith.

Carradine, de 72 años, fue encontrado muerto el pasado jueves en una habitación de un hotel en Bangkok y las circunstancias de la muerte de la estrella de “Kung Fu” fueron muy extrañas.

En un principio se habló de suicidio, pero un informe posterior de las autoridades tailandesas indicó que podría haberse tratado de una muerte accidental tras un juego sexual de autosatisfacción en el que se llega al límite de la asfixia.

Carradine fue encontrado colgado de la barra de un armario, con su cuello rodeado con una cinta amarilla de nylon y sus genitales con otra de color negro.

Carradine, conocido sobre todo por la serie de televisión “Kung Fu”, revivió el estrellato tras aparecer en “Kill Bill”, la saga de Quentin Tarantino.

Según recientes declaraciones de su ex mujer, la actriz estadounidense-canadiense Marina Anderson, de 56 años, Carradine tenía predilección por prácticas sexuales “anormales”.

“El seguimiento de su repugnante y anormal comportamiento sexual, que era potencialmente letal, también condujo a dificultades en nuestras relaciones”, se afirma en la declaración que realizó Anderson ante el tribunal.

Otra ex esposa de Carradine reveló al sitio radaronline.com que al actor le gustaba atarse y disfrutar “momentos perversos”, en medio de especulaciones de que se ahorcó accidentalmente cuando una inusual práctica sexual conocida como asfixia autoerótica salió mal.

“Tenía sus momentos perversos”, dijo Gail Jensen, aunque insistió en que nunca le vio practicar la práctica potencialmente mortal que podría haber provocado su muerte.

Sin embargo, admitió que con frecuencia descubría a su esposo casi desnudo y atado de las muñecas.

“Me decía que era para la meditación debido a toda la presión en su vida, así que se ataba y relajaba, y yo no creía que fuera algo horrible, aunque para mí era un poco extraño”, agregó la mujer.

Telam.