Rial se dirigió al confesionario. Allí, el periodista mantuvo una emotiva charla con Gran Hermano en la que, entre otras cosas, confesó que le había sido muy difícil tomar la decisión. “Me voy por una cuestión absolutamente personal, me voy por una cuestión física, sino nunca dejaría Gran Hermano. De hecho, no lo voy a dejar nunca porque me siento parte de esto”, declaró.

Cuando Gran Hermano le preguntó si estaba seguro de presionar el botón rojo, herramienta que utilizan los participantes que desean abandonar la casa, Rial respondió: “Sí, estoy seguro, con todo el dolor del mundo, pero sí”.

Al salir del confesionario, el conductor les comunicó a los chicos que ésta era su última gala y les presentó al nuevo conductor: Mariano Peluffo, quien apareció en el plasma e intercambió algunas palabras con los participantes y con Rial.

“Es un gran alegría que hayas sido el conductor del programa durante tantos años. Para mí en lo personal una gran alegría haber laburado con vos. No nos conocíamos, nunca habíamos trabajado juntos… y la verdad que todo fue crecimiento, aprender y entender como desde tu lugar ser profesional, ser riguroso y a la vez ser generoso, contenedor. Todos acá descubrimos un gran tipo”, le dijo al Intrusos.

También le dejó un mensaje a los hermanitos: “La esencia del programa siguen siendo ustedes, eso lo saben. Hay que divertirse, es un gran show, un gran programa de televisión… Así que para mí es un honor, prometo hacer el mayor de los esfuerzos para estar a la altura de las circunstancias. Prometo ser duro cuando tenga que serlo y contenedor cuando deba contenerlos”, remarcó el flamante conductor.

Así Rial se despidió de cada uno de los chicos y cruzó la puerta para pasar a la casa de al lado, donde lo esperaba Peluffo.

Ambos conductores tuvieron una charla íntima y vieron un emotivo video de los años de Rial en Gran Hermano. Minutos después se reencontraron en el estudio, donde el “intruso” se despidió agradeciéndoles a todos.