Solá y Oteyza debutaron en el Teatro Amaya de Madrid
El actor Miguel Ángel Solá estrenó la tercera temporada en Madrid de la pieza teatral “Por el placer de volver a verla” y el público acude entusiasmado, repite visita por enésima vez, eligiendo con quién compartir estos sentimientos e intensas emociones pues, como él mismo lo explica, “a los diez minutos de empezar la función, empieza la función en cada espectador”.
El tema central es el amor madre-hijo, el cuento del amor incondicional, la historia de un escritor que le debe a su madre el haber aprendido a soñar.
Esta obra, del autor canadiense Michel Tremblay, es un viaje al corazón abierto del teatro y de nuestras sensaciones. Como en “Hoy: El Diario de Adán y Eva, de Mark Twain”, este pequeño gran espectáculo, trata del infinito placer “de comprobar que la realidad y la verdad no son la misma cosa”
Miguel Ángel Solá es un monstruo del escenario que viene de muy lejos: doscientos años de teatro, asumidos como propios los de sus ancestros, comprobables hasta la sexta generación. Blanca Oteyza es esa exquisita actriz con quien comparte el escenario y la vida, en admirable simbiosis. Esa unión dentro y fuera del escenario es efectiva porque, según dicen estos intérpretes, además de haber amor y ganas de estar juntos, se eligen como actores.
Este “teatro sencillo, comunicativo, con el mínimo de artificio posible”, como lo define su director Manuel González Gil, demuestra que cuando hay verdadero talento, un escenario despojado es el único elemento que necesita el actor.
Teatro para compartir. Teatro para crecer. Teatro para todos.
Desde Madrid, Marcela Silva Núñez