TEATRO EN GIRA CON MIGUEL ANGEL RODRIGUEZ, PICCHIO Y BARBARROSA
“La vida debida”, una obra escrita y dirigida por Ismael Hase, con Miguel Angel Rodríguez, Ana María Picchio, Georgina Barbarrosa, Manuel Vicente y Federico Barón, será presentada en una gira por el conurbano bonaerense y el interior del país, que tendrá su primera función hoy en la localidad de Banfield y seguirá mañana en Castelar, el sábado en Avellaneda y el domingo en Chivilcoy.
¿Quién no quiere vivir otra vida? Sobre ese interrogante universal se monta la historia de Aníbal (Rodríguez), un ferretero que a los cincuenta años descubre que es hora de lanzarse a cumplir su sueño, que nada tiene que ver con el exitoso comercio que lleva adelante junto a su mujer, Violeta (Barbarossa).
“La obra habla de una persona a la que le va muy bien en lo que hace, pero lo que hace no es lo que siente. Y entonces, ante la incomprensión general decide patear el tablero e intentar hacer realidad una ilusión”, explicó el director y autor Ismael Hase en charla con Télam.
Y la importancia de esta decisión, que le trae aparejados todo tipo de reproches por parte de sus familiares, “va más allá de que salga bien o mal. Lo que queda como saldo es que vale la pena intentarlo y que nadie fracasa cuando vive la vida que eligió vivir”, agregó.
La pieza “se inscribe dentro del grotesco, que implica la posibilidad de la sonrisa, de la emoción y entre ambas, la posibilidad constante de la reflexión. Es un género muy rioplatense, muy argentino, y es con el que me siento más cómodo expresándome”, completó Hase.
Por su parte, Miguel Ángel Rodríguez reflexionó sobre el desafío que enfrenta su personaje: “Yo soy un agradecido porque hago lo que me gusta, pero siempre te seguís preguntando si te debés mucho o poco. Todavía te debés. Y llegando a los cincuenta, como estoy llegando yo y como está llegando Aníbal, te planteas muchas cosas”.
El sueño de Aníbal va de la mano de su amor por el tango y, para componer el personaje, Rodríguez tuvo que aprender a bailar un género cuyo gusto lleva ya incorporado por tradición familiar.
“Me gusta mucho el tango, aunque confieso que no lo sé bailar. Por un tema de tiempos, tuve que aprender de la forma más difícil, directamente con la coreografía. Pero siempre me gustó el tango, me gusta bailar, me gusta cantar y cuando era chico quise aprender bandoneón”.
“Nací en Saavedra, un barrio de tango, y conocí a Goyeneche en los bares que todavía existen –recordó-. Mis tíos y mis tíos abuelos son fanáticos, es algo que siempre estuvo presente en la familia y ahí está”.
“Es una danza que tiene una conexión muy importante entre el hombre y la mujer, y llega a ser una “ceremonia religiosa” como la llama mi personaje. Me gusta mucho Julio Sosa, Gardel, Ángel Vargas, pero soy fanático de Goyeneche”, enfatizó el actor.
Tanto Rodríguez como Georgina Barbarossa coincidieron en celebrar la posibilidad que la gira les brinda de acercar su trabajo a las distintas localidades, y compartirlo con aquellas personas que no pueden viajar a la Capital Federal.