Una gran polémica se dio cuando el conocido bailarín Hernán Piquín no se presentó con su compañía tal como estaba pactado, en la noche del sábado último en Trenque Lauquen, argumentando problemas de carácter técnico.

La sala del Club Barrio Alegre, ubicada en pleno centro de esta ciudad del oeste de la provincia de Buenos Aires, se encontraba prácticamente colmada, y pasadas las 22.30, el propio Piquín, luego de que lo hiciera el presidente de la institución explicó desde el escenario las razones de la suspensión, pero pocos fueron los que las creyeron.

Pese al malestar existente entre un importante número de concurrentes que habían abonado entre 200 y 250 pesos la entrada, el bailarín fue aplaudido y requerido por sus fans. Estos últimos pretendieron infructuosamente sacarse una foto o bien lograr un autográfo.

Por otro lado, según trascendió, se habían registrado inconvenientes de Piquín con parte de la compañía de bailarines que se negaba a presentarse. Circularon infinidad de comentarios, de los que hasta el momento no se pueden dar fe que sean certeros. Hasta se llegó a decir que hubo forcejeos y golpes entre algunos bailarines en el hotel donde se hospedaban.

Piquín ingresó al lugar por una entrada lateral. Esperó hasta la hora señalada más arriba. Luego el bailarín apareció sobre el escenario, pidió disculpas y anunció la reprogramación de su presentación para el 14 de octubre.

Unos pocos de los adquirentes de entradas se quedaron en el hall del edificio, esperando la salida de Piquín en la búsqueda de la foto. No pudo ser. Se retiró acompañado por dos o tres personas, con una gorra y en su rostro se evidenciaba haber estado llorando.