Uno de los participantes que mejor se desempeñaba en la pista de baile decidió abandonar su sueño por la crisis provocada por el aislamiento. Al vértigo de las coreografías “calientes” se le sumó la definición que dejó a Magui Bravi y Julieta Gómez (por el voto negativo de sus compañeros), Joaquín Starosta, Clara Douradinha y Federico Baldino (los puntajes más bajos de la gala) y Daniela Pantano (la de peor rendimiento en las tareas de campo) en el duelo del lunes.

Las mejores de la semana fueron Soledad Cescato, que se convirtió en la Suprema gracias a sus 44 unidades y Ana Izaguirre (en el campo). La primera decidió la sentencia de Maribel Varela a quien consideraba una amiga.

El rosarino Leandro, acorralado por haber engañado con un hombre a su novia en la fiesta, pasó un momento muy incómodo durante la gala mientras decidía si seguía o no en la competencia. “Me siento muy solo en La Soñada. Necesito libertad y reencontrarme con mi familia. A Emiliano le di un beso y no fue más allá de eso, pero en ese momento me di cuenta que me estoy enloqueciendo”. Tras esta confesión, decidió renunciar.