Con una enorme ovación del público que aplaudió de pie, una nueva edición del Mundial de Tango llegó a su fin. La pareja conformada por el argentino Diego Ortega y la japonesa Chizuko Kuwamoto fue elegida como la mejor entre las 20 que anoche disputaron la gran final en el Luna Park. Así, cerró formalmente el VIII Mundial de Buenos Aires.
En la categoría Escenario, Diego Ortega (21) y Thizuko Kuwamoto (42) se llevaron la noche consagratoria en un escenario colmado por más de 8.000 espectadores, que fueron prueba del furor por el 2×4. Según contaron, Diego es de Colón, provincia de Buenos Aires, pero vive hace tres años en Tokio, de donde es Thizuko. En 2009 habían competido en esta misma categoría y salieron 13°.
Anoche, el segundo lugar se lo llevó la pareja de Cristian Correa y Manuela Rossi, de Capital, mientras que el podio lo completaron Cristian Andrés López y Naoko Tsutsumizaki, de Tokio, Japón.
El gran show arrancó apenas pasadas las 19, de la mano del presentador Fernando Bravo. Ya se palpaban el nerviosismo, la emoción y la ansiedad entre la gente que aportó un toque pintoresco: muchos espectadores tenían pequeños carteles con las caras de figuras del tango como Carlos Gardel o Tita Merello, que se entregaban en la entrada.
También hubo una mención especial para la pareja extranjera que obtuvo la mejor puntuación con un premio de mil dólares.

Además, estuvo presente el deleite de la mano de la Orquesta Escuela de Tango Emilio Balcarce, en un encuentro generacional que está en clara sintonía con las premisas de esta orquesta: que los experimentados directores transmitan sus conocimientos, los “yeites” y los secretos del tango a sus jóvenes integrantes
La competencia tuvo como protagonistas a 12 parejas argentinas, tres de Colombia, dos de Japón, una de Uruguay, una de Chile y otra de Grecia. Esta última formada por Rojer Zalazar y Christina Sarioglou, que fueron los ganadores del campeonato europeo de Turín. En Argentina, el año pasado los campeones de Escenario habían sido dos cordobeses, Betsabé Flores y Jonathan Spitel.
El cierre magistral estuvo a cargo de Susana Rinaldi junto a Osvaldo Piro. “La Tana” es aclamada como una de las mejores voces femeninas del tango desde hace más de 40 años. Su último trabajo fue un homenaje a nada menos que al genial Homero Manzi.
Esta edición del Mundial volvió a marcar la importancia del tango en el mundo. Entre ambas categorías hubo más de 400 parejas anotadas, de 23 países.
Karina Procopio