Desde la semana pasada una nueva comedia musical se ha sumado a la gran oferta teatral que tiene Buenos Aires este año. Se trata de “El joven Frankenstein”, de Mel Brooks basado en la película de Gene Wilder, protagonizado por Guillermo Francella que se pone en la piel de este médico científico, nieto del famoso y alocado Dr. Víctor von Frankenstein conocido mundialmente por su loco experimento de devolverle la vida a los muertos.

Con un importante elenco entre los que se destacan Laura Oliva fundamentalmente en su papel del ama de llaves, Frau Blücher, Pablo Sultani como el asistente jorobado Igor, Jorge Priano en su doble papel de Inspector de Transilvania y el ciego, la joven Carolina Pampillo como Inga y Omar Calicchio en el personaje del monstruo, Guillermo Francella despliega durante más de dos horas y media en el Atral toda su picardía y comicidad para llevar adelante el espectáculo. Pero debemos ser justos y hacer honor a la verdad. En el canto y el baile, precisamente Francella no se destaca, sino en sus clásicos guiños humorísticos en los que mantiene con el espectador teatral la misma complicidad que con sus seguidores televisivos, que son propios de él y que tantas satisfacciones le han dado. Claro que está contenido por todo un elenco experimentado en materia de comedia musical.

Mención aparte merece la puesta escenográfica de Alberto Negrín. Sencillamente magnífica. Con un mix de escenografía real y virtual, gracias al complemento en todo momento de diversas proyecciones que le dan una amplitud al escenario, que en realidad no tiene, hacen mucho más vistosa la comedia al tiempo que le dan mucho más dinamismo y profundidad a los 19 cuadros que componen El joven Franskentein.

Con la dirección general de Ricky Pashkus, la dirección actoral de Carlos Oliveri, coreografías de la experimentada Elizabeth de Chapeaurouge, la dirección musical de la orquesta en vivo del genial Gerardo Gardelín, la ya mencionada escenografía de Alberto Negrín y la adaptación de los textos de la dupla Masllorens/González del Pino y Enrique Pinti en las canciones, esta producción de Pablo Kompel resulta efectista, picaresca y entretenida.

Calificación: BUENA

GABRIELA BENTOLILA

BREVE SINTESIS ARGUMENTAL

Todo comienza cuando el joven doctor Frederick Frankenstein tiene que acudir al castillo que su abuelo posee en Transilvania para hacerse cargo de la “extraordinaria” mansión. No tardará en descubrir un extraño manual científico en el que se explica paso a paso como devolverle la vida un cadáver. Ayudado por el jorobado Igor y la curvilínea Inga crea un monstruo cuyo único propósito consiste en ser amado.

PARA ANOTAR

Teatro Astral, Corrientes 1639 (4374-5707). Los miércoles y jueves, a las 20.30; los viernes, a las 21; los sábados, a las 19.30 y a las 23, y los domingos, a las 20. Entre 60 y 200 pesos.