Una creación periodística de Luis Pedro Toni

Vicky, de GH, tiene un grave problema alimenticio y afectivo

Sus 18 años, envasados en un cuerpo voluptuoso y mirada de tierna lolita, fueron el combo perfecto para que no pasara desapercibida en “Gran Hermano”. Es que desde que ingresó al reality, Victoria Irouleguy se dedicó a jugar bueno, a pasarla bien, sin tapujos ni inhibiciones propias de la moral victoriana.

Ya en los primeros días de convivencia, “la pequeña” de la casa sedujo a Ezequiel y moldeó esta “relación” en formato de “noviazgo”; en medio se enfrentó con varios de sus compañeros y salió bien parada, pese a su corta edad y escasez de argumentos. Batallas ganadas, todas.

Pero, se sabe, nada es para siempre, y el amorío entre los tortolitos se diluyó esta semana, acosado por el tedio del encierro y “la poca onda” que fluía entre ambos. “Ya no se puede estar más así. Tengo cero onda”, dijo él y, obvio, se terminó.

Pero a la reacción que Vicky tuvo tras la ruptura, se la nota triste y alejada del grupo, se sumaron otras que preocuparon aún más: sus vómitos recurrentes el último tiempo. El doctor Adrián Cormillot abordó el tema en “AM” y explicó que la joven marplatense tiene un desorden nutricional, en lo que va el del reality, ya aumentó entre 4 y 6 kilos.

Debido a ello, ahora Victoria debe estar con asistencia psicológica permanente y se le permitió hablar con su madre, según posteó Jorge Rial en su Twitter.