Una creación periodística de Luis Pedro Toni

Visión española de los Goyas, con el retorno de Almodovar, Penelope, Bardem y Celda 211

El presidente, Álex de la Iglesia, lleva poco más de seis meses al frente de la Academia de Cine y en su primera entrega de premios ha logrado lo que parecía imposible: el regreso de Pedro Almodóvar y la presencia de Penelope Cruz y Bardem juntos, en reconciliación.Celda 211 era la favorita y se ha alzado con ocho galardones, los más importantes: mejor película, director, actor protagonista y novel, actriz de reparto, entre ellos. La gala apuntaba maneras. De la Iglesia ya había advertido que era un punto de transición hacia un futuro mejor y, aunque en ese momento no lo sabíamos, llegaba al Palacio de Congresos con los deberes bien hechos. O lo que es equivalente, con Almodóvar, el hijo pródigo, escondido en el maletero.

El director de Los abrazos rotos se ha ido prácticamente de vacío en lo que a premios se refiere, pero se ha llevado la ovación de la noche. En el último premio, el de mejor película, han asomado sus canas y el público se ha levantado. Tras años de desencuentros (llegó a borrarse de la Academia), nadie esperaba su regreso. Hasta a la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, se le ha escapado un “¡Madre mía!”.

“Tenéis un presidente muy pesado”, ha dicho Almodóvar sobre Álex de la Iglesia. “Estoy aquí porque ha insistido hasta la saciedad hasta hace dos días”. ¿La clave para convencerle? Si va a los Oscar, donde entregará el premio a la mejor película de habla no inglesa, cómo iba a faltar a los Goya. Y así, de una forma tan aparentemente sencilla, se ha dado por zanjada una polémica de años.

Pareja de la noche, con permiso de Tosar y Etura
La musa del manchego tampoco ha fallado este año. Se ha sentado, en primera fila, junto a su novio, Javier Bardem. Algo que, aunque parezca lo más normal del mundo, habían evitado desde que comenzó su relación. Ni siquiera él le entregó a ella el Oscar a la mejor actriz de reparto como correspondía.
Penélope Cruz, junto a Javier Bardem.
Anécdotas aparte, el equipo de Celda 211 ha sido el gran triunfador. Tosar lo ha dicho en nuestro envivo: “Malamadre no era tan malo como pensábamos, me está dando muchas alegrías”. Mucho más tierno que su personaje ha sido él durante los agradecimientos por su premio: “Yo la gran alegría de la noche ya me la había llevado”, en referencia al galardón de su pareja, Marta Etura. Ella, minutos antes, se lo dedicaba a su “amor”, “por quererme tan bien”.

Ágora tampoco se ha ido de vacío: siete premios, la mayoría técnicos, y la sensación de que la película más taquillera ha estado a la altura de la ganadora. Algo muy diferente de lo que ha ocurrido con El baile de la Victoria. La cinta de Fernando Trueba, que fue la aspirante española para los Oscar, se ha ido de vacío. Y hablando de los premios de Hollywood, ojo que puede haber doblete con el mejor corto de animación: La dama y la muerte, de Javier Recio, ha vencido esta noche y también estará en el Kodak el próximo 7 de marzo.

Gordos se conforma con el premio a Raúl Arévalo como mejor actor de reparto y Yo, también ha visto cómo Lola Dueñas subía a recoger el Goya a mejor actriz, aunque se le ha escapado el de mejor actor revelación para Pablo Pineda. Como propósito, las palabras de De la Iglesia: “Necesitamos fortalecer la industria para hacer mejores películas y competir con Hollywood” porque “más que artistas o genios alternativos, somos trabajadores”. Por una vez, sin tirar de victimismo. Y sin hablar de piratería. EFE, Reuter,El mundo.es