Gonzalo Heredia explotó desde la comodidad de su ca­sa. El actor se molestó por la noticia publicada que daba cuenta de su re­lación con su compañera en la obra de teatro “El don de la palabra”, Sofía Gala.

Desde que surgieron los ru­mores de separación de Sofía Gala y su marido, Julián Della Paolera, todas las miradas se posaron sobre la actriz y Gonzalo Heredia, compañeros de elenco en la obra que se presenta en el teatro Pica­dilly. La primera en salir a des­mentir los rumores, primero de su separación y después de la relación con el esposo de Brenda Gandini, fue Sofía Gala. “Es mentira que me separé, seguimos viviendo juntos”, aseguró.

Pero los ru­mores persisten, y Gonzalo eligió una ma­nera muy irónica para res­ponder. Heredia escribió en su blog personal, llamado “El Ta­ller”, el siguiente texto: “El aire es gas por ahora gratis, no lo malgastemos por favor. Y a vos, te apunto con mi de­do más largo, que estás en la comodidad de tu casa redac­tando palabras infladas, no queremos tu caca por estas calles, no venda espejismos informativos en nombre de: ‘el pueblo quiere saber’ y rellene de mentiras obesas esas cabezas huecas que la consu­men”.

Gonzalo, en pareja con Brenda Gandini y padre del pequeño Eloy, suele moles­tarse cuando la prensa conjetura sobre su vida privada, y esta oportunidad no fue la excepción.

¿Dónde se encontraba Gonzalo cuando los medios lo buscaban para que explicara el fracaso de la tira “Lobo”? Ahora, desde la comodidad de su casa, se descarga en su blog para des­mentir, con ironía, un rumor que sale del mismo teatro, de su propio entorno, y no hace más que publicitar su obra a la que no muchos concurren por sus altos precios.

Desde el diario Crónica aseguraron que “no se en­trega caca en las calles, si­no un producto con informa­ción fidedigna, que quizá no siempre sea del agrado de los protagonistas que se ven re­flejados en nuestras páginas, pero que es la elección diaria de varias personas en Buenos Aires, justamente en busca de esa noticia que el pueblo quiere saber”.

“En estas pági­nas no hay mentiras obe­sas, hay pesadas verdades que muchas figuras no quie­ren reconocer. Y cuando la flaqueza de la taquilla co­mienza a privar a los prota­gonistas de los lujos de siem­pre, se acuerdan del verda­dero público, el mismo que Gonzalo Heredia ahora su­bestima tratandolos de “ca­bezas huecas” por leer Crónica, sosteniendo que se de­jan llenar la cabeza por falsas noticias, pero que seguramente serán califica­dos de inteligentes si pagan una entrada para ir a ver su obra en el teatro Picadilly o que alimente su bolsillo cuando ese público mire sus tiras diarias”.