Claudia Villafañe habló con Intrusos para aclarar lo ocurrido con Luis Ventura y las amenazas que recibió en su teléfono, desde el celular de Silvana, una íntima amiga suya.

“Voy a aclarar este tema porque está en juego una familia que no tiene nada que ver. A Silvana la conozco de toda la vida, tenemos una amistad de hace 17 años porque los chicos empezaron el colegio juntos. Mis amigas están esperando que se termine el bozal para hablar y yo nunca me manejé mal con nadie para que me salgan a meter en un montón de cosas. No me considero una persona mediática porque no voy a los medios”, comenzó a explicar la ex-mujer de Diego Maradona.

Claudia aclaró que ella nunca le pidió a su amiga que amenazara al periodista y que en realidad fue Tatiana, la hija de Silvana: “No sé de dónde Silvana sacó su número. Ella me llamó para decirme que lo había llamado el mismo día que dijo que yo salía a buscar droga y que Diego era un pedófilo. Yo jamás fui a buscar droga a la villa ni a ningún lado. Yo jamás consumí ningún tipo de droga, ni tomo alcohol. Me ofrezco a hacerme cualquier tipo de estudio”.

“Un sábado a la noche con un grupo de amigos le agarraron el teléfono a Silvana. Fue la hija de Silvana, Tatiana, que me llamó llorando para pedirme disculpas por lo que habían hecho. Por eso yo no sabía nada.Son todos chicos de 18 o 19 años que hicieron una travesura de esa edad. Tatiana tenía el teléfono de Luis porque le quedó de cuando Silvana lo llamó”, destacó Villafañe.

“Esta familia la está pasando mal porque se vio involucrada en un montón de cosas por una travesura de chicos, que lo van a llamar para pedir disculpas. A mí me llegan amenazas todo el tiempo”, afirmó.

En cuanto a la llegada de Diego Fernando Maradona, dijo: “Nunca nos meteríamos en algo tan lindo como el nacimiento de un hijo para empañarlo con la rivalidad porque no somos así. Se están destapando un montón de cosas que por lo menos aclaran que yo no soy una asesina. La prensa en general mal interpreta cosas que no son las que pasan realmente entre cuatro paredes de la casa. Yo me siento tranquila porque con ese hijo no hice nada”.