Sabemos de parques, museos o restaurantes temáticos, pero, ¿peluquerías? No lo creo; o por lo menos era así hasta hallar la de Gerardo Weiss, un hombre contagiado por la beatlemanía desde los 11 años, cuando escuchó por primera vez Love me do, y que ahora ha hecho de su lugar de trabajo un pedestal para admirar a Los Beatles. 

Que Weiss se convirtiera en peluquero obedeció, en cierto modo, al deseo de Ringo Starr de tener una peluquería. Ahora, son los Fab four su motivo de inspiración. En su negocio ofrece cortes idénticos a los que tuvieron los miembros de la banda,  por eso clientes de otras ciudades de Argentina acuden a él para tener en su cabello el estilo de sus ídolos.

Y, por si a alguno le quedó duda de la admiración de Weiss hacia Los Beatles, su hijo de 8 años se llama Lennon, como su Beatle favorito. De hecho, necesitó la intervención de un abogado para el cumplimiento del trámite. A su esposa la describe como su propia Yoko Ono y cuando se casaron tuvieron como marcha nupcial Woman de Lennon y él vistió una corbata ilustrada con la agrupación y un saco sin cuello, como los de ellos.