A sala llena el TIM con Alberto Rodriguez Saá deslumbró en Mardel
Otra vez a la sala llena, el TIM, con la participación especial del Ex Gobernador de San Luis: Alberto Rodríguez Saá, presentó sus obras más
emblemáticas en la costa atlántica.En la primera función de “Las de Barranco” en Mar del Plata, el público fue definitivamente el
encargado de llevar el ritmo de la obra, que acabó por convertirse en una comedia.
Una postal que se repitió en el hall del Complejo de Arte de Mar del Plata, con gente que conformó una fila que pareció interminable y una
noche más en la que la sala Melany desbordó de público y se llenó de risas y aplausos para el grupo TIM, que terminó con su seguidilla de
presentaciones en la principal ciudad de la costa atlántica.
La gente aplaudió con emoción cuando Alberto Rodríguez Saá pisó el escenario en la noche del viernes y se transformó en Sebastián, el
gran amigo que deslumbró a todos en El Acompañamiento, fantástica interpretación del Ex Gobernador de San Luis, que de la mano del Teatro Independiente Mercedes, llegó a la costa atlántica. ” Las de
Barranco ” fue el centro de todos los comentarios.La historia de Carmen, interpretada por Many Díaz, que vive presa de las dudosas intenciones de su madre, Doña María, encarnada en la primera noche por Graciela Cony, trajo varios recuerdos a algunos y encantó a todos. El sufrimiento de la “hija más linda” por no ser más el títere de su madre y por querer elegir a quien su corazón le dicta podría parecer un drama, pero el público acabó por dictaminar otra cosa con sus risas.
Pero no sólo los personajes y las actuaciones hicieron reír. Como la obra fue escrita en 1908 por Gregorio Laferrere, tiene algunas
palabras o expresiones que ya están pasadas de moda, por ejemplo cuando Doña María atiende la puerta de su casa y dice: “¿Qué se le
frunce?” o el exagerado tratamiento formal que tienen los personajes entre sí. Esos detalles también causaron gracia.Todos aplaudieron
cuando Carmen finalmente encuentra su viaje de ida en los brazos de Linares ( Alberto Rodríguez Saá) y hasta celebraron sin culpas que la muchacha finalmente haya dejado a su madre atrás, con lo que subieron la temperatura a una sala en la que ya se sentía el verano.Cuando llegó el final, la gente se paró para ovacionar y mientras dejaban la sala los susurros no paraban de admitir lo mucho que se habían divertido.El TIM escribió una nueva página en su gran historia, esta vez, desde Mar del Plata. M.P.